lunes, 21 de abril de 2014

Métrica de los Siglos de Oro



LA INNOVACIÓN MÉTRICA

La poesía culta del siglo XV utilizaba casi exclusivamente dos tipos de verso: el octosílaboy el llamado artemayor (12 sílabas).
El primero era el metro tradicional castellano, de muy buenos resultados pero muy ligero para expresar un lirismo más hondo y reflexivo.
El arte mayor, usado para temas graves y solemnes, estaba dividido en dos hemistiquios y resultaba muy monótono rítmicamente. Torpe avutarda de cuatro aletazos por renglón lo llamó Dámaso alonso. En absoluto podía competir con el flexible verso endecasílbo que Boscán y Garcilaso habían decidido adoptar como cauce poético.

En el siglo XV se habían producido los primeros intentos de introducir el endecasílabo en la poesía española: el marqués de Santillana lo intentó en sus Sonetos fechos al itálico modo , experimento que no tuvo repercusión por falta de seguidores. habrá que esperar un siglo para que cuaje el intento que Boscán explico en su carta a la duquesa de Soma (libro de texto).

A. ESTROFAS ENDECASÍLABAS
 El endecasílabo venía acompañado de una serie de formas estróficas que los renacentistas aclimataron en la nueva poesía:
-SONETO. La más importante. Formado por dos cuartetos y dos tercetos de rima cononante (normalmente ABBA ABBA CDC CDC). Es un molde estrófico apropiado para la composición de un poema breve pero con un desarrollo temático completo. Requiere una gran precisión constructiva en beneficio de la expresión ordenada del pensamiento y una condensación poética que supone todo un reto para el autor. La estrofa más usada por Petrarca, fue muy bien acogida por los poetas del S. de Oro, al principio vinculado a la temática amorosa, se extendió después al tratamiento de otros asuntos.
El soneto procede de la lírica trovadoresca y como forma independiente aparece en la poesía italiana de la segunda mitad del XII. Perfeccionada por los poetas del dolce stil nuovo, alcanza su apogeo en el Cancionero de Petrarca.

-ESTANCIA.(SILVA) Se compone de un número variable de endecasílabos y heptasílabos combinados y aconsonantados libremente, configurando así un esquema estrófico que se va repitiendo a lo largo de la composición. Es el integrante obligado de la canción amorosa que los renacentistas aprendieron de Petrarca aunque luego también amplió sus temas.

-LIRA. Nació como alternativa más ligera y contenida a la estancia. Consta de 3 heptasílabos y dos endecasílabos que riman 7a11B7a7b11B. Fue Garcilaso el que primero utilizó esta estrofa en su Canción V de donde le viene el nombre: Si de mi baja lira...

-TERCETOS ENCADENADOS. Sucesión de tercetos con rima ABA BCB CDC DED... Para que el verso final de la última estrofa no quede suelto, se añade un verso final que rime conél. La Divina Comedia de Dante le dio a esta estrofa un enorme prestigio que redujo su empleo, en general, a una poesía más trascendente, reflexiva (lamentos ante la muerte, dolor) , de tono doctrinal. Fue la elección más frecuente de la lírica epistolar que normalmente toca temas elegíacos, filosóficos o satíricos.

-OCTAVA RIMA O REAL. Ocho endecasílabos unidos por consonancia alterna entre los seis primeros y pareada en los dos últimos: ABABABCC. Introducida por Boscán, la estrofa quedó ligada la poesía narrativa (fábulas, églogas...). Con ella escribió Garcilaso su Égloga III.

Modelos exámenes PAU



Exámenes de cursos anteriores:

http://www20.gencat.cat/portal/site/ur/menuitem.9c033104d30802a9ccf24010b0c0e1a0/?vgnextoid=959656849ae8b310VgnVCM2000009b0c1e0aRCRD&newLang=es_ES

jueves, 17 de abril de 2014

Luis de Góngora








La más bella niña de nuestro lugar



La más bella niña
de nuestro lugar,
hoy viuda[1] y sola
y ayer por casar[2],
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
Dejadme llorar,
orillas[3]del mar…

Pues me distes[4], madre,
en tan tierna edad
tan corto el placer
tan largo el penar,
y me cautivastes[5]
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad,
Dejadme llorar,
orillas del mar…

En llorar conviertan
mis ojos de hoy más[6]
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar
yéndose a la guerra
quien era mi paz,
Dejadme llorar,
orillas del mar…

No me pongáis freno
Ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás[7].
Si me queréis bien
no me hagáis mal;
harto peor fuera
morir y callar.
Dejadme llorar,
orillas del mar…

Dulce madre mía,
¿quién no llorará,
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes años
de mi mocedad?
Dejadme llorar,
orillas del mar…

Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse, y no vean
tanta soledad
después que en mi lecho
sobra la mitad.
Dejadme llorar,
orillas del mar…


[1] Sola./[2] Su matrimonio es muy reciente./[3] A orillas./[4] Diste./5] Cautivaste/[6] A partir de hoy/[7] Lo otro (culparla) sería inútil o excesivo.

TEMA
En la primera estrofa encontramos la presentación del tema: una hermosa joven se desahoga ante su madre porque su marido se va a la guerra.
En las siguientes estrofas el tema se desarrolla en forma de soliloquio; la voz de la protagonista se queja de que la hayan casado tan joven y de la perspectiva de vivir sola.

ESTRUCTURA EXTERNA
Estrofas de 8 versos de hexasílabo. Rima asonante en los pares con esquema  -a-a-a, dejando libres los impares. Al final de cada estrofa se repite un estribillo formado por un pareado de versos pentasílabos y rima consonante.
Se trata de un romancillo o romance breve (composición poética de arte menor similar al romance, pero con versos de menos de ocho sílabas).

ESTRUCTURA INTERNA
El poema está estructurado en dos partes:
♥ Versos 1/8 Introducción en 3ª persona del tema: el lamento de una bella muchacha recién casada por la partida de su esposo a la guerra.
♥ Versos 11/60  en 1ª persona.  Referencia a su casamiento siendo muy joven y petición a su madre de que la deje llorar para desahogarse ante la perspectiva de encontrarse sola siendo tan joven.

CONTEXTUALIZACIÓN
Romancillo-letrilla de 1580, obra maestra de la serie de romances líricos del autor. El tono y los versos populares de la lírica tradicional se infiltran en este poema reelaborados  con mayor complejidad y extensión.
El  poema entronca con la lírica tradicional de la Edad Media. Al igual que en  las jarchas y las cantigas de amigo, el tema es el lamento de una mujer por la ausencia del amado. También en  ellas otra mujer hace el papel de confidente, como en este caso sucede con la madre, interlocutora del lamento de la muchacha. (Ver http://nomesjoana.wordpress.com/2011/03/04/ondas-do-mar-de-vigo-martin-codax/)

ESTILO
Nos hallamos lejos de la complejidad estilística de las composiciones cultas de Góngora, existe no obstante,  una mayor elaboración que en la lírica tradicional anterior al siglo XVII.

FIGURAS LITERARIAS


FIGURA Posición Versos ANOTACIONES
Paralelismo/Antítesis 13 y 14 Tan corto el   placer Tan largo el   pesar Repetición   de la misma estructura sintáctica y morfológica (det.+sust.+det.+ver.)Antítesis:   placer/pesar.
Elipsis 3 y 4 Hoy viuda y   sola Y ayer por   casar Elisión del   verbo “estar”
Sinécdoque 5 Viendo que   sus ojos Se toma una   parte del marido, sus ojos, por la totalidad.  (En la sinécdoque una parte representa al   todo) A través de él, de sus ojos, ella miraba el mundo.
Antítesis 17 y 18 Yéndose a la   guerra / quien era mi paz
35 y 36 Si me   queréis bien No me hagáis   mal
Comparación 44 El pecho como   un pedernal El corazón   como el pedernal (sílex, variedad del cuarzo, o dicho de algo de extrema dureza).
Metáforas 15 Y me cautivastes   De quien… Compromiso matrimonial/cautiverio   sentimental.
17 y 18 De quien hoy   se va / y lleva las llaves / de mi libertad. Llaves/El   compromiso matrimonial supone una puerta cerrada para la mujer sometida al esposo.




http://nomesjoana.wordpress.com/2011/12/16/la-mas-bella-nina-1580-luis-de-gongora-y-argote/



Ándeme yo caliente y ríase la gente


Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días 5
mantequillas y pan tierno;
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
(1)
y ríase la gente.


Coma en dorada vajilla 10
el Príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
(2)
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
(3)
que en el asador reviente, 15
y ríase la gente.


Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas, 20
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
(4)
y ríase la gente.


Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles,
(5) 25
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena
(6)
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente. 30
 

Pase a medianoche el mar
y arda en amorosa llama
Leandro por ver su dama,
(7)
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar 35
la blanca o roja corriente,
(8)
y ríase la gente.


Pues Amor es tan cruel
que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada, 40
do se juntan ella y él,
(9)
sea mi Tisbe un pastel
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.


ACLARACIONES SOBRE VOCABULARIO

1. naranjada: mermelada de naranja.
2. Las mil preocupaciones (cuidados) del príncipe, no tendrán solución
(como píldoras dorados) por comer con vajilla dorada.
3. quiero más: prefiero.
4. Por las patrañas o cuento del Rey que rabió se entiende cualquier cuento antiguo o de tradición oral.
5. Nuevos continentes o países, para comerciar y amasar fortunas.
6. Filomena: el ruiseñor.
7. Leandro pasaba cada noche a nado el estrecho de Dardanelos para encontrarse a su amada Hero, hasta que una noche muere ahogado y ella se suicida tirándose al mar también. Góngora se burla de estos desgraciados amantes y de los que vienen a continuación.
8. Tragarme el vino blanco o tinto.
9. Las ropas ensangrentadas de Píramo hacen suponer a Tisbe que ha muerto, por lo que se suicida clavándose una espada, en la que también se ensarta él cuando la ve.Por eso la espada es el lecho conyugal (tálamo) de los amantes. Góngora se burla de ello en la conclusión del poema.




COMENTARIO A LA LETRILLA


En esta letrilla, podríamos decir que lo que Góngora lleva a cabo es, en definitiva, una versión satírica del tópico del Beatus ille, sirviéndose para ello de un motivo tradicional, del cual provienen los versos que encabezan la composición: “Ándeme yo caliente/ y ríase la gente“.
 

En efecto, el contenido fundamental del poema, no es otro que una deformación burlesca de aquellos motivos con los cuales solía desarrollarse convencionalmente ese tópico clásico cuya fuente última suele ser Horacio y su poema del mismo título, Beatus ille, que había versionado fray Luis de León en su celebérrimo poema “Oda a la vida retirada”.
 

Ahora bien, lo que Horacio elegantemente expone en su ÉpodoII “Beatus ille qui procul negotiis…“, es una exaltación del ideal epicúreo (lindante con el estoicismo) de la sobriedad y la austeridad de una vida sencilla alejada de todo afán o preocupación.
 

Tan nobles ideales, en la irreverente letrilla de Góngora dan paso a un desenfadado canto hedonista que debemos poner en relación con los contrastes del barroco. Frente a la reflexión pesimista sobre la vida, un vitalismo burlón, aunque también nihilista, como el que le da tono a este poema.
 

Góngora es universalmente conocido por ese elaborado arte cubierto con la etiqueta de culteranismo, pero no es menos cierto que posee otra faceta: la de cultivador y revitalizador de la poesía tradicional. Tuvo un papel destacado en la revitalización del romance que se llevó a cabo en el barroco. También participó en la renovación del villancico y la letrilla.
 

Hasta que llegó a sus manos, esta forma métrica había sido un género menor limitado a temas religiosos o rústicos y vulgares. Góngora empezó a cultivar la letrilla en 1581 y la convirtió en un vehículo idóneo para expresar la sátira burlesca. Observemos en el poema que comentamos, cómo Góngora funde elementos tradicionales y cultos, aunando ambos para redoblar su intención burlesca. Parte, como hiciera en otras letrillas, de un refrán, pero a lo largo del poema la chispa humorística salta por la colisión entre elementos populares y alusiones más o menos zafias y grotescas a referentes mitológicos. El propio tema elegido es culto y Góngora lo pasa por el filtro de la poesía tradicional, lo que en sí mismo es uan propuesta provocadora.
 

Recordemos que la letrilla, básicamente, no era otra cosa que un villancico de tono satírico. El villancico era una forma estrófica derivada del zéjel, que había sido inventado en el siglo X por el poeta hispanomusulmán Mucáddamben Muafa.
 

La estructura métrica común a todos ellos, reducida a su esencia, consiste en concebir el poema como formado por un estribillo y un píe. En el pie es donde están la mudanza, la vuelta y la repetición del propio estribillo.
 

Originalmente, todo ello estaba pensado para el canto y el baile. El solista cantaba la mudanza y el verso de vuelta.El coro, tras el verso de vuelta, intervenía cantando el estribillo, entero o en parte, según los casos. La diferencia entre el zéjel y el villancico viene marcada, esencialmente por la diferente extensión de cada una de las partes.
 

Pero, como decimos, la letrilla, básicamente, no es más que una variante satírica del villancico. En el caso del poema que nos ocupa, la mudanza la forma una sextilla, seis versos octosílabos, cuya rima, consonante, debe seguir ciertas pautas: todos los versos deben tener rima, no pueden rimar más de dos seguidos y los dos últimos no pueden formar pareado. Teniendo todo esto en cuenta, esta es la disposición métrica de la letrilla de Góngora:
Ándeme yo caliente
y ríase la gente.
(Estribillo)

Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno, (Cuatro versos de mudanza)
y las mañanas de invierno (Enlace)
naranjada y aguardiente, (Vuelta)
y ríase la gente, (Estribillo)
En cuanto al contenido, lo singular de la letrilla es precisamente la conjunción entre lo tradicional y lo culto. El poeta toma un refrán popular y a partir de él desarrolla el poema de forma jocosa deformando un tópico de la literatura culta.
 

La estructura del poema se organiza en torno a los diversos motivos de este tópico, el Beatus ille, que el poeta satiriza. De manera que, tras el estribillo inicial, el primer apartado (veros 3 a 16) tienen como núcleo significativo el desprecio burlón del poder y del lujo. El poeta desprecia la pompa del poder y prefiere una vida humilde, apegada a los placeres sencillos.
En el segundo apartado se podrían integrar las dos siguientes series (versos 16 a 30), si entendemos también que la segunda, se antepone a la primera y la complementa. Prefiere estar entretenido ya salvo de los rigores del clima, y renuncia desdeñosamente a la ambición, el enriquecimiento o las grandes empresas en general.
 

En el tercer apartado, la dos últimas series (vv.31 a 44), ridiculiza el amor y lo cambia por los placeres de la mesa.
 

En cuanto al estilo, evidentemente estamos muy lejos de la poesía hiperculta que Góngora, como sabemos, llevó a extremos insuperables. La letrilla destaca por la sencillez expresiva. Merece la pena destacarse en el apartado léxico, la presencia en el poema de palabras como “morcilla, mantequilla, bellotas, castañas”, etc. Es el resultado lógico de elevar a ideal de vida esa dorada medicocridad de lo cotidiano. Sobresale también en el poema el uso de la metonimia, pues el poeta se sirve de ella a lo largo de todo el poema para ir acentuando el contraste entre las dos actitudes ante la vida que contrapone.”Morcilla, mantequilla, bellotas, castañas” y otros elementos similares, concretan así el atractivo contenido del modo de vida que resulta mejor valorado en la letrilla.
 

Como ya señalaran Dámaso Alonso y Robert Jammes, el contraste entre los valores ideales de la sociedad y el mundo real marca todas las letrillas de Góngora y esta es un buen ejemplo pues está articulada en torno a él.
La letrilla recoge perfectamente el espíritu de la poesía tradicional, revitalizado, como decimos. El empleo de giros y expresiones del lenguaje coloquial es otra muestra de ello. Así lo vemos en diversos momentos como en la alusión a “el Rey que rabió” o “muy en hora buena””.
 

En cuanto a las metáforas, estamos lejos del esplendor metafórico del Góngora característico en poemas de registro culto. HAy pocas metáforas y forman parte del apartato humorístico del poema. Así “el golfo” de su lagar, del cual mana el vino o la burlona equiparación del tálamo de los enamorados a la espada y, por supuesto, la hilarante transformación del pastel en Tisbe.
 

Podría añadirse la graciosa personificación según la cual gobiernan sus días “mantequillas y pan tierno”.
 

En definitiva, es un estilo en el que domina la sencillez y el gracejo, igual que en otros aspectos del texto, con lo cual se integra perfectamente en la tradición poética que pretende recrear.



http://www.comentariodetexto.com/andeme-yo-caliente-y-riase-la-gente-de-gongora/


De una dama que, quitándose una sortija, se picó con un alfiler  


Prisión del nácar era articulado             (un diamante, imitador de la firmeza de mi amor,
de mi firmeza un émulo luciente             aprisionado en oro, sirve de prisión al dedo
un dïamante, ingenïosamente                   de Clori)
en oro también él aprisionado.

Clori, pues, que su dedo apremïado
de metal, aun precioso, no consiente,
gallarda un día, sobre impacïente,
lo redimió del vínculo dorado.

Mas, ay, que insidïoso latón breve
en los cristales de su bella mano
sacrílego divina sangre bebe:

púrpura ilustró menos indïano                (el color púrpurra coloreó
marfil; invidïosa, sobre nieve                   menos el marfil de la India)
claveles deshojó la Aurora en vano.


1 nácar articulado: el dedo. Violento hipérbaton;  un diamante,(émulo luciente de mi firmeza), era la prisión del dedo, siendo él mismo aprisionado en oro.
5-6  El dedo aprisionado sólo como un término de comparación con el temperamento de Cloris.
8 redimió: latinismo: rescató.
9 latón breve: un alfiler.
insidioso: Se dice de algo dañino que tiene apariencia inofensiva.
10 los cristales: para subrayar su blancura.
11 ilustró: coloreó.


CONTEXTUALIZACIÓN
En palabras de Birute Ciplijaukaité resulta difícil calificar los sonetos amorosos de Góngora como tales. “Sí corresponden al tema, pero son completamente impersonales, fríos, puramente descriptivos, inspirados en modelos petrarquistas. No logramos imaginar detrás de ellos al poeta; sospechamos que sigue los tópicos del día; sabemos, según su primer biógrafo, que “escribió muchos versos amorosos a contemplaciones ajenas: no se le prohijen a su intento” […] Son sonetos de perfecta hechura arquitectónica  que se apoya en contrastes de colores y pone de relieve la sonoridad de las palabras. Teniendo esto en cuenta se comprenden las acusaciones de “superficialidad” y “juego puro” que se le han hecho. Hay demasiada estilización, y si tuviéramos que juzgar por los sonetos, nos inclinaríamos a afirmar que el poeta nunca estuvo enamorado.”
También Jammes hace notar que el soneto  seguramente fue escrito en nombre de algún galán, ya que en este año  (1620) Góngora mismo tendría pocas ganas de galanteo, con sus 59 años, sus deudas, y el sentimiento de desengaño cada vez más fuerte.

TEMA
Una anécdota insignificante, enunciada al principio del soneto (De una dama que, quitándose una sortija, se picó con un alfiler) da pie a Góngora para crear una composición poética de gran complejidad formal. La dificultad de la composición destaca sobre el contenido de la misma.
Clori es nombre poético,  algunas veces identificado con Catalina de la Cerda, otras, con Brianda de la Cerda, hija del marqués de Ayamonte.

ESTRUCTURA EXTERNA
Soneto de 1620. Dos cuartetos y dos tercetos de rima consonate. ABBA, ABBA, CDE, DCE.

ESTRUCTURA INTERNA
El poema conserva la división tradicional de entre los cuartetos expositivos y los tercetos conclusivos.
En el primer cuarteto un diamante, símbolo de la firmeza del amor del poeta, aprisiona el dedo de la dama.
En el segundo cuarteto explica cómo Clori, sintiéndose oprimida por el anillo, se lo quita impaciente.
El alfiler hiere la mano de Clori en el primer terceto.
El segundo terceto desarrolla la comparación entre la blancura de la piel de la dama (marfil de la India) envidiada  incluso por la diosa Aurora.

ESTILO
Tanto el léxico, con abundancia de cultismos, como los hipérbatos y metáforas de difícil interpretación, como el uso insólito de la diéresis hasta en siete ocasiones,  convierten este soneto en una de las composiciones típicamente culteranas de Góngora.
En el plano fónico, las aliteraciones en “r”  del primer verso y de “i” en todo el poema marcan el ritmo del poema.
Muchos críticos han considerado que la abundancia de diéresis en la ï , así como las íes acentuadas, dan un valor fónico estridente al poema, como un grito de dolor (que produciría el pinchazo)  y que también aparece de forma explícita en el noveno verso.
Destaca el hipérbaton forzado del primer cuarteto y las ingeniosas metáforas y metonimias: un diamante, ingeniosmente aprisionado en oro también él , un “émulo” luciente (imitador brillante) de mi firmeza (de su amor fiel), “era prisión del articulado nácar” ( rodea el dedo blanco y brillante como el nácar). El cuarteto se inicia con la palabra “prisión” y acaba con “aprisionado” cerrando el círculo del contenido temático en esta figura de derivación.
[Prisión/aprisionado: Derivación: Se produce esta figura cuando aparecen palabras que mantienen la misma raíz etimológica.]
En el primer terceto encontramos  una audaz personificación cuando el alfiler  bebe su sangre en los cristales (la blancura) de su mano.
En el último terceto tenemos una comparación (el color púrpura colorea menos el marfil de la India que la sangre en la mano de Clori) en hipérbaton abrupto y una hipérbole en que la diosa Aurora , envidiosa, vierte claveles rojos sobre la nieve blanca para compitiendo vanamente con la dama.
Todo el soneto se apoya en el contraste de los colores: el blanco (nácar, diamante,cristales, marfil, nieve), el dorado (oro, metal,dorado), el rojo (púrpura, sangre, claveles).
También en el léxico que alude al compromiso no deseado: prisión, aprisionado, apremiado,impaciente,  no consiente, vínculo.
[En la mitología romana, Aurora es la deidad que personifica el amanecer. Es una mujer encantadora que vuela a través del cielo para anunciar la llegada del sol. Sus hermanos son el Sol y la Luna.]



AMARRADO AL DURO BANCO

Amarrado al duro banco
de una galera turquesca (1),
ambas manos en el remo
y ambos ojos en la tierra,

un forzado (2) de Dragut (3)
en la playa (4) de Marbella
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:

«Oh sagrado mar de España,
famosa playa serena,
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias:

pues eres tú el mismo mar
que con tus crecientes besas
las murallas de mi patria,
coronadas y soberbias,

tráeme nuevas de mi esposa,
y dime si han sido ciertas
las lágrimas y suspiros
que me dice por sus letras;

porque si es verdad que llora
mi cautiverio en tu arena,
bien puedes al mar del Sur (5)
vencer en lucientes perlas.

Dame ya, sagrado mar,
a mis demandas respuesta,
que bien puedes, si es verdad
que las aguas tienen lengua;

pero, pues no me respondes,
sin duda alguna que es muerta,
aunque no lo debe ser,
pues que vivo yo en su ausencia.

Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella,
siempre al remo condenado,
a nadie matarán penas».

En esto se descubrieron
de la Religión (6) seis velas,
y el cómitre (7) mandó usar
al forzado de su fuerza.




turquesca: turca.
forzado: condenado a remar.
Dragut: pirata turco.
playa: franja costera de mar.
mar del Sur: océano Pacífico.
Religión: Orden de Malta.

Comentario poema “Amarrado Al Duro Banco”.
Este poema pertenece al autor barroco Luís de Góngora, que es considerado uno de los máximos representantes de esta época. En este romance de Góngora se manifiesta el desengaño y el pesimismo propio de la época, pero esta vez lo pone en boca de un prisionero condenado a remar en una galera turca. Además se une el hecho de que están en el Mediterráneo, delante de las playas de Marbella, donde tantas victorias ha tenido la armada española, y que ahora él se ve sometido a la prisión de los turcos.
Se trata de un poema de versos octosílabos, donde riman los pares con rima asonante y los impares tienen rima libre. A este tipo de composición se le conoce como romance.
Góngora nos explica la queja de un prisionero en una galera que desea saber sobre su esposa.
Podemos dividir el poema en tres partes.
La primera parte (versos1-8) se expone la situación del prisionero y sitúa el escenario donde se van a desarrollar los acontecimientos, playa de Marbella. Este prisionero es un forzado de Dragut, famoso pirata turco del siglo XVI, sucesor de Barbarroja. Y se queja de su situación al mismo ritmo que el sonido que hacen los remos.
Ahora el autor elige la voz del galeote para exaltar sus sentimientos. En estos cuatro versos, el galeote se dirige, mediante una exclamación, al mar de España, lugar donde se han producido numerosas batallas navales.
Segunda parte (versos 9-36) es  la parte más extensa. El autor elige la voz del galeote para exaltar sus sentimientos, ya que aquí es donde el prisionero muestra todo su pesar. Se dirige, mediante una exclamación al mar de España lugar donde se han producido numerosas  batallas navales. Se utiliza la primera persona para marcar el dramatismo de la situación. El prisionero se dirige al mar, creando así una personificación “pues eres tú el mismo mar que con tus crecientes besas”, encontramos una metáfora del mar como “teatro donde se han hecho cien mil navales tragedias!”, también vemos como hace referencia a las murallas de su patria “coronadas y soberbias.   El prisionero echa de menos a su esposa y le exige al mar que le de noticias de ella: “Tráeme nuevas de mi esposa”,  se lamenta por no saber nada de ella y cree “sin duda alguna que es muerta”. El lamento es muy profundo y la pena inmensa porque, como él mismo protagonista nos confiesa, “ ha vivido diez años sin libertad y sin ella”.
La tercera parte (versos 37-40). El narrador vuelve a tomar la palabra, es un fragmento narrativo donde se nos describe la dura condición del prisionero condenado a galeras. Se nos advierte de la llegada de las naves cristianas a través de la metonimia de “seis velas” y la orden de remar más fuerte y rápido que le dictamina el cómitre, persona encargada de las maniobras y castigo de los forzados.
Conclusión
En conclusión, Luis de Góngora manifiesta a través de este poema el deseo de un condenado a galeras por conseguir nuevas de su amada y también la libertad. Como interlocutor secundario vemos el papel pasivo que hace el mar de España, al cual se dirige el galeote al predicar sus lamentaciones.
Góngora utiliza adjetivos como “duro banco”, “sagrado mar”,”navales tragedias” y sustantivos como “mar” “patria “murallas”, porque el autor se está refiriendo a una realidad concreta, es decir, la situación del prisionero que se queja de su vida y de su destino.

http://tirardelengua.wordpress.com/2011/12/16/amarrado-al-duro-banco-de-luna-galera-turquesa/




SOLEDAD PRIMERA 

Era del año la estación florida
en que el mentido robador de Europa
(media luna las armas de su frente,
y el Sol todos los rayos de su pelo),
luciente honor del cielo,
en campos de zafiro pace estrellas,
cuando el que ministrar podía la copa
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
náufrago y desdeñado, sobre ausente,
lagrimosas de amor dulces querellas
da al mar, que condolido,
fue a las ondas, fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arïón dulce instrumento.

Del siempre en la montaña opuesto pino
al enemigo Noto,
piadoso miembro roto,
breve tabla, delfín no fue pequeño
al inconsiderado peregrino,
que a una Libia de ondas su camino
fió, y su vida a un leño.

Del Océano pues antes sorbido,
y luego vomitado
no lejos de un escollo coronado
de secos juncos, de calientes plumas,
alga todo y espumas,
halló hospitalidad donde halló nido
de Júpiter el ave.

Besa la arena, y de la rota nave
aquella parte poca
que le expuso en la playa dio a la roca;
que aun se dejan las peñas
lisonjear de agradecidas señas.
Desnudo el joven, cuanto ya el vestido
Océano ha bebido,
restituir le hace a las arenas;
y al Sol lo extiende luego,
que, lamiéndolo apenas
su dulce lengua de templado fuego,
lento lo embiste, y con süave estilo
la menor onda chupa al menor hilo.

No bien pues de su luz los horizontes,
que hacían desigual, confusamente,
montes de agua y piélagos de montes,
desdorados los siente,
cuando, entregado el mísero extranjero
en lo que ya del mar redimió fiero,
entre espinas crepúsculos pisando,
riscos que aun igualara mal volando
veloz, intrépida ala,
menos cansado que confuso, escala.

Vencida al fin la cumbre,
del mar siempre sonante,
de la muda campaña
árbitro igual e inexpugnable muro,
con pie ya más seguro
declina al vacilante
breve esplendor del mal distinta lumbre,
farol de una cabaña
que sobre el ferro está en aquel incierto
golfo de sombras anunciando el puerto.


“Soledad primera” es una obra escrita por el autor barroco Luís de Góngora. Nació en Córdoba donde vivió una juventud alegre y libre. Se recorrió toda España asistiendo a numerosas tertulias y academias literarias.  Criticaba a los autores de su época y a su vez, fue criticado por ellos; especialmente Quevedo, con el que mantenía una dura rivalidad. Murió a los 65 años de apoplejía en su ciudad natal. Su obra se puede dividir en dos períodos: el tradicional a través de poemas cortos que tratan temas ligeros, de carácter popular; y un periodo en el que se vuelve culterano empleando composiciones largas con lenguaje y figuras retóricas complejas que a menudo hacen difícil su lectura. 

Soledad primera se localiza en este segundo periodo. Muchos pensaron que la intención de Quevedo era escribir cuatro soledades que correspondieran con la cuatro estaciones del año; pero solo llegó a escribir la primera  y parte de la segunda. Soledad primera contiene 1091 versos de los cuales solo analizaremos los 61 primeros.
El tema del extenso poema gira en torno del tópico del Beatus Ille (Dichoso aquel) que alaba la vida sencilla mediante el abandono de la ciudad buscando el refugio en el campo. Es un menosprecio a la corte y una exaltación a la vida de campo, pastoril.
La estructura interna de estos versos se puede dividir de la siguiente manera:
  • Introducción: Los primeros 14 versos. Se nos presenta el personaje principal, un náufrago, un peregrino de amor, apartado de su amada, vertiendo al mar sus lágrimas de desgracia En este inicio encontramos referencias mitológicas: la historia de Arion que navegó de Tarento a Corinnto, con muchas riquezas encima perseguido a punto de morir. Con su cítara produjo un sonido que llamó a los delfines y montado en ellos se salvó. Y el mito de Júpiter, disfrazado de Toro, robando a la princesa Europa.
  • Nudo (15-51): Del verso 15 al 29: El náufrago valora la resistencia de la tabla en la que se aferra para mantenerse a flote. En estos versos se alaba la vida sencilla y desprecia la corte, la guerra, la navegación… Del verso 29 al 33: el naufrago agradecido, ofrece a la primera roca de tierra firme el objeto más preciado que posee: la tabla que le ha salvado la vida. Del 34 al 41: el peregrino se desviste y extiende su ropa al Sol para secarla. Del 42 al 51: habla de horizontes en la oscuridad de la noche y confunde olas con enormes montes y a la inversa. No distingue dónde empieza el mar y dónde acaba la tierra.
  • Desenlace (52-61): El náufrago se sube a una montaña y distingue una luz de una cabaña, se trata de un puerto.
Soledad es una silva, de versos heptasílabos y endecasílabos sin orden. La rima de muchos versos coinciden pero el poema no sigue un esquema u orden aparente. Veamos el análisis de los primeros 14 versos:
Era del año la estación florida A
en que el mentido robador de Europa B
(media luna las armas de su frente, C
y el Sol todos los rayos de su pelo), D
luciente honor del cielo, D
en campos de zafiro pace estrellas, E
cuando el que ministrar podía la copa B
a Júpiter mejor que el garzón de Ida, F
náufrago y desdeñado, sobre ausente, C
lagrimosas de amor dulces querellas E
da al mar, que condolido, G
fue a las ondas, fue al viento H
el mísero gemido, G
segundo de Arïón dulce instrumento. H
El poema contiene muchas y complejas figuras:
  • Hipérbatos: A lo largo de todo el poema. Por ejemplo:
Era el año de la estación florida
  • Metáforas: Que hacen alusión a la mitología (Júpiter o Arión): se compara el mar con un desierto de olas:
que a una Libia de ondas su camino
  • Hipérboles: las desgracias del peregrino son tan intensas que conmueven hasta al fiero viento y al raudo mar:
lagrimosas de amor dulces querellas da al mar, que condolido, fue a las ondas, fue al viento
  • Prosificación: la obra en vez de parecer un poema se asemeja a una narración no solo por su extensión sino también por la forma en que se exponen los hechos.
  • Símil: Se compara la tabla en la que se sustenta con los delfines que salvaron a Arión.
  • Personificación: el Sol lame la ropa para secarla:
y al Sol lo extiende luego, que, lamiéndolo apenas
  • Antítesis y oxímoron: Arena/agua; luna/sol.
  • Campo semántico del puerto: “farol”, “ferro”, “golfo”, “puerto”.

Las Soledades originaron ya desde su composición un gran debate por los extremos de dificultad de su ornato y la acumulación de alusiones mitológicas y eruditas en su discurso. Fueron atacadas por el Conde de Salinas y Juan de Jáuregui (quien compuso un ponderado Antídoto contra las Soledades y un Ejemplar poético contra ellas, aunque acabó profesando la misma o muy semejante doctrina), y defendidas por otros muchos ingenios.

Esta obra supone la cumbre del estilo gongorino y fue reivindicada y alabada por parnasianos y simbolistas franceses y por lageneración del 27, que rindió un merecido homenaje en 1927 a Góngora con motivo del tricentenario de su muerte, acontecimiento que dio nombre a la citada generación poética.

Polémica sobre las Soledades:

http://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/01/aih_01_1_040.pdf

Antídoto contra la pestilente poesía de las Soledades, de Juan de Jáuregui:

http://www.bne.es/es/Micrositios/Exposiciones/Gongora/resources/img/gongora_estudios_09.pdf

lunes, 14 de abril de 2014

Francisco de Quevedo



ÉRASE UN HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO

LAS DOS VERSIONES
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase 
el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase 
una alquitara medio viva ,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase 
una nariz sayón y escriba ,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase 
el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
frisón 

archinariz, caratulera 
sabañón garrafal, morado y frito.


NOTAS PARA EL COMENTARIO:

A una nariz es la caricatura poética de una nariz de la que se realzan sus defectos por medio de expresiones hiperbólicas. El soneto, que tiene unaestructura paralelística, es una acumulación de metáforas (A es B) y dilogías (Uso de una palabra con dos significados distintos dentro del mismo enunciado.).
Sayán: falda grande que cae acampanadamente hacia el suelo.Escriba: alusión al mundo judaico. Los escribas eran los intérpretes de la ley de Dios en el judaísmo. La nariz era ancha como el sayán y grande e inclinada como la espalda de alguien que está escribiendo.
Peje: Pez. La nariz era larga como un pez espada, pero con muy grandes aletas (barbas=pelos) en la punta. A su vez, la palabra pejeestá tomada también en este otro sentido: peje=mal sujeto. El verso indica que era una nariz enorme de la que asomaban pelos; pero también era la nariz de una mala persona.
Un reloj de sol porque de su cara salía la nariz como una barra larga (o gnomon) del reloj de sol; pero era un reloj de sol está mal encarado si no le da el sol: el rostro del narigón era, pues, sombrío. Mal encaradosignifica también que tiene mala cara.

Alquitara: alambique. Utensilio con un gran tubo por el que fluye el líquido destilado. Pensativa incide en la imagen del objeto encorvado hacia el suelo.
Un elefante boca arribaEste verso tiene también dos sentidos. Se trata de una nariz monstruosamente grande como un elefante con las patas arriba; pero simultáneamente, el narigudo era como una elefante por encima de la boca.
Ovidio Nasón era un famoso poeta latino de la familia de los Nasones.Naso en latín significa "nariz".
Espolón es la punta en que remata la proa de una nave (DRAE)
Las doce Tribus. Extraordinaria hipérbole, pues da a entender que la nariz equivalía a la suma de las narices de los miembros de las doce tribus de Israel. Popularmente, se atribuye a los judíos la peculiaridad de tener la nariz grande.
En la cara de Anás. Tan grande era la nariz que resultaría ofensiva aun si se pusiera en el rostro de un judío chato. Quevedo juega con la falsa etimología de "A-nas", "sin nariz". A propósito de este dato, hay que recordar que el poeta fue declarado antisemita.
Frisón es, según la RAE, algo "que es grande y corpulento dentro de su género".
Sabañón es una hinchazón o ulceración de la piel. La metáfora sugiere que la nariz está hinchada y roja (morado y frito).



http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/PROPUESTAS_LECTURA/BARROCO/erase.htm




¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!

¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
¡Poco antes, nada; y poco después, humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!

 Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

  Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

 Azadas son la hora y el momento,
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.


Tema: fugacidad de la vida tras la inútil batalla con la muerte.

Estructura interna: este soneto pertenece a los de carácter metafísico del autor español Francisco de Quevedo. Quevedo, símbolo del Barroco en España, estuvo a la cabeza de la corriente conceptista en los primeros años del siglo XVII: esta corriente literaria prefería la profundidad del concepto ante la elaboración estilística típica del culteranismo. Los sonetos de Quevedo, nunca publicados en su vida, se recogieron y publicaron “post-mortem” según un orden de tipo argumentativo: se agruparon en sonetos “amorosos”, “satíricos y burlescos” , y “metafísicos” (en que Quevedo expresaba su visión ante la vida y la muerte).

Podríamos dividir este soneto en dos apartados: en la primera parte, que incluye los dos cuartetos, el autor habla sobre la vida y la muerte como en un conflicto (de hecho utiliza términos típicos de la guerra como vamos a ver después) que ve la vida derrotada; en el segundo apartado, que ocupa los dos tercetos, Quevedo refleja sobre la vida y la muerte sin angustia, como si ya hubiera llegado: el autor
llega “despeñado” a la muerte, y razona a mente lúcida sobre la fugacidad del tiempo (“la hora y el momento son azadas que cavan en mi vivir mi monumento”).

Estructura externa: Si tenemos en cuenta la métrica entendemos que se trata de un soneto (poema compuesto de dos cuartetos y dos tercetos) con versos endecasílabos, de arte mayor, y rima consonante de tipo ABBA – ABBA – CDC – DCD.





Comentario del soneto: el estilo de Quevedo es absolutamente conceptista, o sea pone en primer lugar el concepto que quiere expresar, sin dar mucha importancia a referencias cultas y mitológicas o a un estilo obscuro y de difícil interpretación.
El estilo que desarrolla en las obras amorosas y metafísicas es lírico y grave, con amplio espacio por la hondura del sentimiento y una visión noble, planteada sobre la claridad de su pensamiento.

Pasando a un análisis de las figuras retóricas, se advierte en el primer verso un hipérbaton, que confunde las partes de la frase según la “variatio” de los latinos: “fue sueño ayer; mañana será tierra” es también un quiasmo, ya que “ayer” y “mañana” se combinan simétricamente. Aquí hay tres antítesis: entre “fue” y “será” (de tiempo, entre pasado y futuro); entre “ayer” y “mañana” siempre en esta dirección; entre “sueño” y “tierra”, o sea entre algo metafísico y algo físico. 

En el segundo verso hay una anáfora (“poco”) y un paralelismo en la estructura con antítesis de significado entre “antes” y “después”.

En el cuarto verso se desarrolla la metáfora de la “muerte” como “cerco” alrededor del poeta.

En el verso 5 hay un paralelismo entre “combate” y “guerra”. 

Hasta el verso 7, en lo que se refiere al léxico, se plantean muchos términos de jerga militar, como “cerco”, “combate”, “guerra”, “defensa”, “armas”, que nos transmiten la idea de la metáfora de la “importuna” batalla entre vida y muerte.

En el verso 8, con la frase “menos me hospeda el cuerpo”, se plantea el tópico literario a través del pensamiento de Quevedo que ve el cuerpo como residencia del alma. 

En el verso 9, casi se repite la fórmula utilizada en el verso primero: hay
un paralelismo con antítesis entre “ayer” y “mañana” y el sucesivo “hoy”. 

Hay otra antítesis más, como buen poema barroco que es, que encontramos en el verso 10, entre “es” y “fue”, que juntos forman un polisíndeton: (“y es, y fue”).

En el terceto conclusivo se plantea la alegoría de “la hora y el momento” que son “azadas” que “cavan en mi vivir mi monumento”. La imagen, de significado muy fuerte y profundo, describe la fugacidad de la vida ante la muerte, el pasar inexorable del tiempo: se establece así el tópico del “tempus fugit” del poeta latino Virgilio.

Para concluir con el nivel morfosintáctico, en el verso 12 hay una endíadis entre “hora” y “momento” (ya que las dos palabras indican el mismo concepto). En el verso 13 hay un paralelismo entre “pena” y “cuidado”, y en el último verso, el 14, hay una antítesis entre “vivir” y “monumento”, ya que “monumento” indica un monumento a la muerte.


Conclusión: Quevedo retoma en este soneto el tópico del “tempus fugit”, pero en un contexto típicamente barroco, ya que siguiendo a Virgilio, el pensamiento latino y el Renacimiento que desde aquí parte, la vida es algo que merece ser vivido, ya que la vida es “sueño”, la vida es “nada”, como él mismo dice en
este soneto.


http://dele-it-es.blogspot.com.es/2012/05/fue-sueno-ayer-manana-sera-tierra.html


MADRE, YO AL ORO ME HUMILLO (660)
Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
porque en las venas de Oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero, pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos.
Y pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad
(aunque son sus duelos hartos)
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y su afición;
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues las hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
[¡mirad si es harto sagaz!]
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace proprio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

COMENTARIO

A continuación, un breve análisis personal de la célebre letrilla de Francisco de Quevedo, siguiendo un orden progresivo para captar las connotaciones e insinuaciones que nos quiere transmitir el conceptismo del autor.

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Quevedo hace una deificación o santificación del dinero, al que se tiene que humillar, como si se tratara de un rey o un dios. Supone una humillación social ante lo máximo y omnipotente. Para Quevedo, el hacer dinero “amarillo” se convierte en una enfermedad.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Tras el descubrimiento del nuevo continente y su posterior colonización y explotación, América se convirtió en el principal origen de los metales preciosos. El dinero tiene un origen exterior pero se gasta en España, principalmente en las campañas militares europeas quela Monarquíadirigía contra los turcos, los protestantes y los enemigos de los Habsburgo.

Quevedo nos comenta que viene a morir en España, en el sentido de que realmente los que mueren son los soldados de los Tercios, debido a estos compromisos.
Los Tercios, creados por Gonzalo de Córdoba, “el Gran Capitán”, en la primera mitad del siglo XVI, siguieron siendo en tiempos de Quevedo y hasta Rocroi, el ejército profesional de élite, dominador táctico-militar de los campos de batalla en toda Europa.

Aunque se ha creído que las riquezas de Las Indias se acumulaban en Sevilla, en la simbólica Torre del Oro, lo cierto es que Quevedo lo desmiente al decir que el dinero en realidad dónde se entierra es en Génova.La Monarquíaestaba en deuda con numerosos banqueros genoveses, como los Spínola, los Centurione, los Strata, los Pallavicino, los Pichinotti y los Balbi. Ya desde Carlos I, el Imperio se encontró en permanente endeudamiento con estas familias de banqueros extranjeros.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


En esta estrofa, Quevedo nos indica la importancia del dinero. Quién lo posee, se hace importante e incluso posibilita la limpieza de sangre y una pureza de linaje. Con el juego de palabras “En las venas de Oriente, todas las sangres son reales”, que nos recuerda el lujo asiático, Quevedo piensa que en la sociedad en la que vive, el dinero limpia la sangre de la procedencia conversa mora o judía, que podía resultar muy perjudicial o antisocial para el ascenso en las estructuras de poder dela España de aquella época.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


En esta estrofa Quevedo se refiere al dinero como un elemento mágico. Blanca es lo puro. Sin embargo, en esa España, lo aparentemente o socialmente lleno de pureza tiene un fondo de suciedad. Pero el dinero limpia el honor y purifica la deshonra. Para el autor, el dinero lo puede comprar todo, hasta la virginidad perdida de la mujer.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Aquí para Quevedo, el dinero tiene la función de permitir el ascenso social, pues puede dotar de autoridad a quién no se lo merece, por razón de formación o por status para ello. En Castilla durante la primera mitad del siglo XVII, dos tercios de la población pertenecían a las clases privilegiadas, nobleza y clero. Algunos hidalgos que marcharon a América, regresaron con una autoridad artificial que procedía de la acumulación de riquezas durante su etapa vivida en las colonias.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


La última estrofa la podemos relacionar con un episodio de la vida del propio Quevedo, en su periodo de destierro tras la Conjurade Venecia. Concretamente cuando escribe “(el dinero/poder) al natural destierra”, porque las intrigas y traiciones en Italia hicieron de Quevedo un hombre desengañado, resentido y malicioso frente a la política. A los destinatarios de esta letrilla, sus lectores, Quevedo nos avisa diciendo que el dinero incluso “hace propio al forastero”.

Reflexión

Poderoso caballero es Don Dinero es un poema que nos hace observar la realidad social y política en la época correspondiente al Siglo de Oro, desde una óptica más cercana a cómo lo harían documentos legales o historiográficos. Principalmente porque Quevedo nos quiere transmitir el peligro del orden creado por el dinero, utilizando el género de la poesía con fina ironía y sarcasmo.
Es una letrilla que esconde una sagaz desilusión por el fracaso de sus actividades de espionaje político en Italia al servicio de Don Pedro Téllez Girón, Duque de Osuna.   Y también se muestra crítico y burlesco con el rumbo que tomaba un Imperio en decadencia cuya sociedad, lejos de reaccionar, quedaba atrapada por unos reyes poco competentes y por los fracasos estratégicos de los validos.
Esta letrilla incluye un pensamiento propio y muy crítico, que comparto plenamente porque lo que refleja Quevedo se sigue dando a grandes rasgos en la actualidad.
El hombre se deshumaniza al crear un dios monetario, al que reverencia todo el sistema. El problema se presenta como una tragedia porque sin el dinero, no se es nadie. Sin embargo, el dinero no puede crear lo verdaderamente importante ni la felicidad ni la amistad, valores que no tienen precio. Por el contrario, lo que genera es codicia, avaricia, envidia y deseos de poder, ánimos que Quevedo por desgracia conocía bien por su trayectoria como escritor, por sus experiencias políticas y sus años de cárcel y destierro.

Quevedo fue un intelectual estrechamente relacionado con el poder. Del cual se pudo burlar sarcásticamente en numerosas ocasiones dejando por escrito estos y otros versos, bien porque se lo podía permitir,  o bien por la tolerancia del Rey hacia él por su reconocimiento social.
Sabía que la política giraba en torno a Don Dinero. En otras palabras, conocía perfectamente que el poder político estaba basado en el dinero y que el dinero daba poder.

A mi juicio, el dinero no es sólo la única fuente del poder político. También lo son la fuerza, el saber y el carisma. La fuerza porque puede imponer, castigar y vencer. El saber porque permite conocer y adentrarse en el funcionamiento de las cosas.
De ahí que no haya estado nunca al alcance de cualquiera a través de la historia dela Humanidad. Elque tiene acceso al saber, a la ciencia, tiene por tanto un poder sobre quién no sabe o no puede investigar. Es un factor del poder que una vez dado resulta irrecuperable. También el carisma como fuente de poder, en tanto que se trata de una capacidad que tienen ciertas personas para fascinar, como una gracia, talento o virtud que hace que unos pocos, los líderes, sean seguidos por muchos, a veces de forma incondicional.

El que permite la dinámica entre estos factores es el dinero, como escribe Quevedo, porque “hace todo cuanto quiero”.

Es decir, el dinero es una fuente de poder ya que puede darlo, prometerlo o quitarlo tanto por actos lícitos como ilícitos, y es el más determinante porque no delata su procedencia. El dinero es tan fundamental para el poder porque es capaz de comprar la fuerza y también porque puede hacer posible el acceso al conocimiento o a su ocultamiento.

Por último, el dinero también puede hacerse con el carisma, como fuente de poder. Aunque entiendo que el carisma es algo innato e intransferible, sí se puede obtener una buena imagen pública y mediática, como recuerda Quevedo “a quién le trae al lado, es hermoso, aunque sea fiero”.

La honra simulada o la pureza artificial de “Doña Blanca de Castilla”, pueden funcionar bien en apariencia durante un periodo concreto y limitado en el tiempo. Pero lo que no es auténtico, porque es sucio, termina desvelándose. Por eso los gobernantes suben y caen del poder constantemente, de ahí la periodicidad de los mandatos y la sucesión de los políticos, especialmente en los sistemas democráticos actuales.

En definitiva, nada nuevo bajo el Sol. Con Quevedo y esta letrilla comprendemos mejor la gran ventaja que supone el dinero como herramienta para el poder desde siempre, en su época y en la nuestra, como el principal factor para acceder a la política.

http://tirardelengua.wordpress.com/2011/12/14/madre-yo-al-oro-me-humillo/

Si eres campana ¿dónde está el badajo?




Si eres campana ¿dónde está el badajo?
Si Pirámide andante vete a Egito,
Si Peonza al revés trae sobrescrito,
Si Pan de azúcar en Motril te encajo.
Si Capitel ¿qué haces acá abajo?
Si de disciplinante mal contrito
Eres el cucurucho y el delito,
Llámente los Cipreses arrendajo.
Si eres punzón, ¿por qué el estuche dejas?
Si cubilete saca el testimonio,
Si eres coroza encájate en las viejas.
Si büida visión de San Antonio,
Llámate Doña Embudo con guedejas,
Si mujer da esas faldas al demonio.

***
TEMA
Éste soneto hace alusión a la vestimenta de una dama comparándola con diversos objetos y hechos en tono burlesco.
El autor hace referencia a diversos aspectos de la sociedad de aquel momento en cuanto a la forma de vestir de las mujeres, para hacer una crítica a las falsas apariencias. También recurre a la cultura popular para describir el aspecto físico de la mujer (Si büida visión de San Antonio), en éste caso el de una persona extremadamente delgada.

RECURSOS EXPRESIVOS:
 

El autor hace uso de la metáfora en todo el poema, comparando la forma de vestir de una dama con diferentes objetos a los que se asemeja. Utiliza la anáfora en once de los catorce versos de que se compone el soneto:
Si eres campana, ¿dónde está el badajo?

Si pirámide andante, vete a Egito;


También podemos encontrar la ironía en expresiones como: …pirámide andante…, ya que da a entender lo contrario de la condición de la pirámide (estática).
En la primera estrofa, Quevedo emplea un símbolo como elemento que forma parte de la campana para referirse al miembro viril:
Si eres campana, ¿dónde está el badajo?

Miré los muros de la patria mía


Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.
 
  Salíme al campo: vi que el sol bebía          5
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
 
  Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,             10
mi báculo más corvo y menos fuerte.
 
  Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
 
 
Comentario: 
El tema: pesimismo y desengaño propios del Barroco. 
El  tópico literario de la fugacidad del tiempo:
 - Tempus fugit hace referencia al inexorable paso del tiempo en todo lo
 que hay a su paso.
Se aprecia claramente en la primera estrofa cuando nombra a los muros de su patria
que se han desmoronado.

- Memento mori o el paso del tiempo unido a el recuerdo de la muerte hace
que el narrador tenga muy presente el hecho de que la muerte también le llegará a él como
a todo lo que está notando,como se puede ver en los dos últimos versos. El autor se rinde 
al paso inexorable del tiempo y la irremediable llegada de la muerte, añorando tiempos 
anteriores, un pasado glorioso.
Estructura interna: El poema se compondría de cuatro partes coincidiendo con su marco formal. 
En la primera estrofa el poeta observa desde su casa los muros de su patria, ya viejos y 
desmoronados, en otros tiempos fuertes.
En la segunda estrofa el poeta sale al campo y describe un paisaje donde la luz del día se mezcla 
con las aguas heladas de un arroyo y las sombras de ganados.
En la tercera estrofa  entra de nuevo a casa y describe la desolación interior producida por el paso
del tiempo.
En la última estrofa  hace alusión a la muerte.

En cuanto al análisis formal se podría decir que  el poeta hace uso del léxico sencillo y poco artificioso, cargado de adjetivos calificativos, que facilitan la imaginación del lector y su acercamiento al paisaje y al estado de ánimo.
Dentro de este léxico abundan palabras del campo semántico de la vida y fugacidad del tiempo (tiempo, edad, caduca, anciana, recuerdo, muerte), tema central del soneto. 

La métrica corresponde a la de un soneto compuesto por 14 versos endecasílabos, agrupados en dos cuartetos y dos tercetos, cuya rima sería ABBA ABBA CDE CDE. 

Entre las figuras retóricas cabe destacar que el texto está plagado de metáforas: - "...muros de la patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados", pudiéndose referir al recuerdo melancólico de la gloria en decadencia de España; "...el sol bebía los arroyos del hielo desatados", donde el sol representa los vestigios de vida que aún quedan, y el arroyo el curso de la misma, helado porque carece de ella ; "...quejosos los ganados....con sombras", donde los "ganados quejosos" representan a la humanidad perdida entre "sombras"; " mi báculo". Que representa al propio narrador, ya anciano y débil, al igual que " mi espada", que también le representa.
En cuanto al hipérbaton,  destaca el de los versos 3, 4, 9 y 1.
Como otras figuras retóricas destacables resaltamos la elipsis verbal del verso 2 (si un tiempo eran fuertes....), donde también encontramos una antítesis (fuertes-desmoronados). Al igual que en el verso 8 (sombras-luz).
Cabe destacar también  el encabalgamiento de los versos 5 y 6, y la personificación del verso 8 (“con sombras hurtó.....").
El contenido de esta obra alude al pesimismo y la presencia de la muerte que existía en esa época. El soneto describe la idea de que la muerte es muy difícil de olvidar y por eso el autor intenta explicar, que mirara donde mirara, podía sentir la presencia de la muerte.
La voz poética nos hace  saber que el personaje que nos narra la historia nos pone en situación donde pareciera que se ha muerto mucha gente cercana aa él y por eso nace el pensamiento de la muerte.
También podemos apreciar que a cada cosa que el mira, parece como si la muerte estuviese cada vez más cerca del personaje.

Otros recursos:

Las tres primeras estrofas comienzan por un verbo en pretérito- miré, salíme, entré-, marcando la acción.
La última estrofa también tiene un verbo en pretérito -sentí- en el interior. La mayoría de los verbos en el soneto se refieren a acciones en pasado que proyectan sus consecuencias en el presente y que tendrán influencia en el futuro que se avecina.

http://elcajondelasletrasdeana.blogspot.com.es/2013/06/soneto-de-quevedo-comentado.html







 
Disputas poéticas entre Góngora y Quevedo:

http://blocs.xtec.cat/yelversocaealalma/2012/02/09/poemas-satiricos-y-burlescos-de-gongora-y-quevedo/