miércoles, 26 de febrero de 2014

Poemas San Juan de la Cruz



NOCHE OSCURA DEL ALMA
En una noche escura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche, que guiaste;
oh noche amable más que el alborada;
oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada, con el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

Comentario: http://tirardelengua.files.wordpress.com/2011/11/noche-oscura-del-alma-san-juan-de-la-cruz.pdf

LLAMA DE AMOR VIVA


¡Oh, llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres,
rompe la tela deste dulce encuentro.

¡Oh, cautiverio suave!
¡Oh, regalada llaga!
¡Oh, mano blanca ¡Oh, toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando muerte en vida la has trocado.

¡Oh, lámparas de fuego
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuán delicadamente me enamoras!

 Comentario: http://tirardelengua.files.wordpress.com/2011/11/llama-de-amor-viva-san-juan-de-la-cruz.pdf


TRAS DE UN AMOROSO LANCE


Tras de un amoroso lance
y no de esperanza falto
volé tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino
tanto volar me convino
que de vista me perdiese
y con todo en este trance
en el vuelo quedé falto
mas el amor fue tan alto
que le di a la caza alcance.

Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba
dije: "No habrá quien alcance".
Abatíme tanto tanto
que fui tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Por una extraña manera
mil vuelos pasé de un vuelo
porque esperanza del cielo
tanto alcanza cuanto espera
esperé solo este lance
y en esperar no fui falto
pues fui tan alto tan alto,
que le di a la caza alcance.


Comentario: http://tirardelengua.wordpress.com/2011/11/23/tras-un-amoroso-lance/

viernes, 14 de febrero de 2014

Fray Luis de León




FRAY LUIS DE LEÓN




Luis de León nació en Belmonte, provincia de Cuenca (España), de familia rica e influyente; su padre ejerció como abogado y más tarde como juez, siendo tíos suyos catedrático de derecho canónico el uno y abogado en la corte real el otro. Entre sus antepasados contábanse algunos conversos, es decir, judíos que se habían convertido, de buen o mal grado, a la fe católica. Hacia 1541 ó 1542 Luis ingresa en la orden de los agustinos, doctorándose más tarde en teología. Entre sus profesores estuvieron Melchor Cano y Domingo de Soto. En 1561 compite por una cátedra vacante de teología en Salamanca, ganando el puesto al desplegar su enorme talento.

En marzo de 1572 fue detenido por la Inquisición y encarcelado en los calabozos que en Valladolid tenía el Santo Oficio. Los cargos que había contra él tenían que ver con su predilección por la Biblia hebraica en lugar de la Vulgata y la traducción al castellano que había realizado del libro del Cantar de los Cantares. En una época en la que en España se vive una auténtica caza de brujas ante las temidas desviaciones de los protestantes y otros grupos heréticos, es fácil que un personaje con los antecedentes y características de fray Luis sea punto de mira del terrible tribunal. Añádase a esto las envidias y rivalidades existentes entre dominicos y agustinos, unido a la inteligencia de fray Luis, y tendremos todos los ingredientes necesarios para que caiga bajo sospecha. El proceso de la Inquisición contra fray Luis ha llegado hasta nosotros y aquí van algunas frases de los cargos que se le imputaban: 'En la ciudad de Salamanca a diez y siete días del mes de diciembre de mill e quinientos e setenta e un años, ante el muy magnífico e muy Rdo. señor maestro Francisco Sancho, comisario deste Santo Oficio... paresció siendo llamado el muy reverendo padre fray Bartolomé de Medina, maestro en santa theologia, en la Universidad de Salamanca... y entre las cosas que testificó en su dicho, dijo e declaró contra el maestro fray Luis de León lo siguiente... Item declaró que sabe anda en lengua vulgar el libro de los Cánticos de Salomón, compuesto por el muy Rdo. padre maestro fray Luis de León, porque lo ha leído este declarante. Item declaró que en esta Universidad algunos maestros, señaladamente Grajal y Martínez, y fray Luis de León, en sus paresceres y disputas quitan alguna autoridad a la edición de la Vulgata, diciendo que se puede hacer otra mejor y que tiene hartas falsedades...'

Durante cinco años fray Luis permanece aislado en una celda de la Inquisición sin saber quién le acusa y, durante algún tiempo, de qué se le acusa. No obstante, será en la cárcel donde escribirá algunos de sus mejores y más famosos poemas, como aquel que comienza:

Aquí la envidia y la mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.

Sin embargo, en 1576 sale libre del proceso con más vigor y energía moral que antes, si bien su salud queda quebrantada. Famosa se ha hecho la frase de su vuelta a la cátedra de Salamanca con aquel: 'Decíamos ayer...' que indica su triunfo interior contra la maldad de sus enemigos.

Tras obtener la cátedra de Sagrada Escritura en 1580 y ser elegido provincial de su orden en Castilla muere en Madrigal de las Altas Torres. La labor de traducción bíblica de fray Luis se centra en el Cantar de los Cantares, como ya hemos dicho, pero también en el libro de Job y en algunos Salmos. Nótese que son todo libros sapienciales y compuestos en su forma original en poesía. Aquí es donde se aprecia el alma a la vez poética y espiritual de fray Luis, que es un enamorado de la Sagrada Escritura y de la poesía.
Con su conocimiento del hebreo, fray Luis explora el campo semántico de las palabras para verter al castellano el espíritu original de los textos antiguos. Su intención es facilitar el conocimiento de los textos sagrados con el deseo de alcanzar "el bien de los demás y la verdad pura". La fidelidad al texto hebreo en su traducción la describe así en el prólogo:
"Lo que yo hago en esto son dos cosas: la una es volver en nuestra lengua, palabra por palabra, el texto de este libro; en la segunda declaro con brevedad no cada palabra por sí, sino los pasos donde se ofrece alguna oscuridad en la letra, a fin que quede claro su sentido así en la corteza y sobrehaz, poniendo al principio el capítulo todo entero, y después de él su declaración. Acerca de lo primero procuré conformarme cuanto pude con el original hebreo, cotejando juntamente todas las traducciones griegas y latinas que de él hay, que son muchas, y pretendí que respondiese esta interpretación con el original, no sólo en las sentencias y palabras, sino aun en el concierto y aire de ellas, imitando sus figuras y maneras de hablar cuanto es posible a nuestra lengua, que, a la verdad, responde con la hebrea en muchas cosas."


Más información en: Cervantes virtual



ODA I 
A LA VIDA RETIRADA 
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.



COMENTARIO DEL POEMA

Localización
Esta Oda I titulada Vida retirada es de Fray Luis de León, poeta del siglo XVI, perteneciente a la corriente ascética. La influencia pitagórica, platónica, estoica y agustiniana confluyen en este autor del Renacimiento. No solo escribía  poemas basándose en los clásicos e influido por ellos, como esta oda, sino también de temas históricos, dedicados a personajes de su tiempo (Salinas), religiosos, así como también hizo traducciones de autores clásicos y de temas bíblicos.
Fray Luis es un poeta esencialmente religioso y desarrolla temas morales, buscó el consuelo por dos caminos, la vida retirada y el sueño de la “morada celeste”. El anhelo de la vida retirada es lo que se muestra en la oda a analizar.

Determinación del tema 
Asunto o argumento: El autor comienza con un elogio a la vida retirada y el desprecio por las pompas  humanas y el ansia de fama, busca la tranquilidad, y quiere vivir en armonía con la naturaleza, disfrutando de ella. Es para otros la riqueza y el poder, a él lo que le atrae es la vida sencilla y los simples placeres que le depara la naturaleza.
Tema: La apacibilidad de la vida sencilla en contacto con la naturaleza.

Determinación de la estructura 
En primer lugar, la Oda I está compuesta por 17 liras, estrofa compuesta por versos heptasílabos, de arte menor (1a, 3a y 4b), y endecasílabos, de arte mayor (2B y 5B), cuya estructura es aBabB; la rima es consonante.
En segundo lugar, podemos considerar el poema dividido en tres partes
1ª parte: (versos 1-20)
a su vez se divide en dos; la primera estrofa (v.1-5) y las estrofas 2,3 y 4 (v. 6-20)
(versos 1 a 5): ¡Qué descansada…han sido!             elogio a la vida retirada.
(versos 6 a 20): Que no…mortal cuidado?                el poeta no se siente atraído por                                                                                el poder, la riqueza o la fama.
2ª parte: (versos 21- 60)
También se subdivide en dos partes
(versos 21 a 40): ¡Oh, monte…de esperanzas de recelo.        busca la tranquilidad
Viviendo en armonía con la naturaleza. Fray Luis se dirige a la naturaleza y afirma que
necesita descansar y disfrutar de las maravillas que esta le brinda. Quiere estar en
soledad para escapar de la vida mundana.
(versos 41 a 60): Del monte…del cetro pone olvido.                       Nos hace la descripción del huerto donde va a refugiarse.

3ª parte: (versos 61 a 85):
También haremos una subdivisión:
(versos 61 a 70): Téngase su tesoro … enriquecen a porfía.      Son los otros los que   buscan las riqueza y los honores que ofrece el mundo.
(versos 71 a 85):  A mí una pobrecilla…… sabiamente meneado         Se conforma con una vida sencilla y apacible


Análisis de las figuras retóricas y recursos estilísticos utilizados
(Aunque no se analice todo, señalaremos las más importantes o las más recurrentes)
En la primera lira el adjetivo se antepone al nombre para darle más expresividad a la construcción y para buscar la rima de “vida” con “escondida”. Con la alusión a los sabios se refiere a los estoicos ya que estos son considerados como sabios en el Siglo de Oro en donde había gran imitación de los poetas clásicos. Con “mundanal” se produce un epíteto ya que este adjetivo acentúa las características desfavorables que puede tener el ruido.
Entre las figuras estilísticas de esta lira destacan la antítesis “ vivas y mortal” y la anáfora “si soy, (…) si en busca..”

El autor también utiliza exclamaciones como recurso estilístico dirigiéndose a los elementos de la naturaleza.  Exactamente en el verso21 (¡oh monte, oh fuente…!) con esta exclamación introductoria se produce una reduplicación de “oh” que a su vez aparece al principio del siguiente verso por lo que nos encontramos ante un paralelismo. El artificio utilizado aquí por Fray Luís encierra la connotación de desesperación y deseo de evadirse mediante su estancia en el campo. A esto se añade el contraste de la exclamación con la lira anterior en la que realiza una pregunta retórica (v- 16-20, ¿Qué presta a mi contento…?)
Fray Luis hace uso de metáforas, por ejemplo con la alusión al “navío” se refiere a él mismo, o en un sentido más amplio, alude a la existencia del ser humano. Esta figura queda reforzada con la alusión que realiza posteriormente de un “mar tempestuoso”, donde la palabra  mar simboliza la ciudad.

Conforme avanza el  poema, Fray Luís se dirige de nuevo a los que viven en la ciudad. Él se comparaba con un navío destrozado y aparece el “leño” con el que se refiere a una nave insegura que con los vientos “cierzo” y “ábrego” puede naufragar. Continúa con esta metáfora y describe un naufragio en el que todos los tesoros se hunden y van al mar (v.70  “ la mar enriquecen a porfía”). De este modo Fray Luís nos indica que él, sin posesiones, nunca tendrá los problemas de la gente codiciosa y adinerada que de la noche a la mañana se pueden encontrar sin nada. A él todas las riquezas le sobran y le basta con una “pobrecilla mesa” “de pan abastecida”.
La mayor parte de las liras está compuesta por construcciones simples o subordinadas adjetivas. La dificultad de la lectura no radica en lo complicado de las frases sino en la disposición alterada de las palabras. A partir de la lira 11 las construcciones son muy simples, con un solo verbo. Es de señalar también la utilización del participio con función de adjetivo : “descansada, desalentado, …”.

Conclusión
Fray Luis de León no hace una simple descripción de su ideal de vida (espiritual) sino que se dedica a compararlo con lo que normalmente busca la mayoría de los hombres: riqueza y poder.
El poema se inicia con un ritmo tranquilo para, poco a poco, ir adquiriendo fuerza; cuando, acabando el poema, llegamos a las dos últimas liras, nuestra mente está ya preparada para asumir la idea central de Fray Luis: la perdición del alma la produce el excesivo apego a los bienes materiales, la tranquilidad de espíritu solo se consigue huyendo de ese concepto mundano de la vida, viviendo apacible, de forma sencilla y en contacto con la naturaleza, pues al ser esta una creación de Dios, ese contacto se entiende como proximidad a la divinidad.
No utiliza un lenguaje ampuloso; es un estilo sencillo que se nota en la utilización del hipérbaton, recurso nada complicado que le ayuda a resaltar sus ideas, y en unas metáforas claras, poco elaboradas, pero que sirven perfectamente a su propósito: cuando nos habla del mar tempestuosomar airada, vemos enseguida la relación con el vivir mundano; ha conseguido con pocas palabras describirnos la complejidad de ese vivir basado en los bienes terrenales. Son las de Fray Luis metáforas muy plásticas y por ello muy comprensibles. Todo esto nos muestra la perfecta armonía entre fondo y forma del poema. ¿Cómo expresar su admiración por una vida apacible y sencilla sino es mediante un lenguaje simple y ligero?
Los motivos líricos principales de Fray Luis de León están contenidos en esta Oda a la vida retiradaSecretum iter, Beatus ille, Vanitas vanitatum, Locus amoenus, La barca en mar tempestuoso, Aurea mediocritas

En: http://tirardelengua.wordpress.com/2011/11/30/oda-1-oda-a-la-vida-retirada-que-descansada-vida/



ODA XIII – DE LA VIDA DEL CIELO

Alma región luciente,
prado de bienandanza, que ni al hielo
ni con el rayo ardiente
fallece; fértil suelo,
producidor eterno de consuelo:

de púrpura y de nieve
florida, la cabeza coronado,
y dulces pastos mueve,
sin honda ni cayado,
el Buen Pastor en ti su hato amado.

Él va, y en pos dichosas
le siguen sus ovejas, do las pace
con inmortales rosas,
con flor que siempre nace
y cuanto más se goza más renace.

Y dentro a la montaña
del alto bien las guía; ya en la vena
del gozo fiel las baña,
y les da mesa llena,
pastor y pasto él solo, y suerte buena.

Y de su esfera, cuando
la cumbre toca, altísimo subido,
el sol, él sesteando,
de su hato ceñido,
con dulce son deleita el santo oído.

Toca el rabel sonoro,
y el inmortal dulzor al alma pasa,
con que envilece el oro,
y ardiendo se traspasa
y lanza en aquel bien libre de tasa.

¡Oh, son! ¡Oh, voz!  Siquiera
pequeña parte alguna decendiese
en mi sentido, y fuera
de sí la alma pusiese
y toda en ti, ¡oh, Amor!, la convirtiese,

conocería dónde
sesteas, dulce Esposo, y, desatada
de esta prisión adonde
padece, a tu manada
viviera junta, sin vagar errada.



COMENTARIO DEL POEMA

Introducción 
“De la vida en el cielo” es el título de la oda XIII. Coma ya sabemos, una oda es una palabra latina con origen griego que hace referencia a una composición poética del género lírico. La oda suele expresar la admiración por algo o alguien. Una oda, por lo tanto, es un poema creado con una intención de homenaje o exaltación. En este poema se exalta la vida en el cielo. El bucolismo pastoril, influido por la tradición literaria bíblica, sirve para que el poeta haga una alegoría de lo que será el cielo. La alegoría del Buen Pastor juntamente con la alegoría matrimonial para significar la relación del alma con Dios -influencia inequívoca del Cantar de los cantares- configuran el soporte de todo el poema.

Determinación del tema 

Asunto o argumento: 

En esta Oda XIII  Fray Luis  exalta la vida en el cielo, en este prado de bienandanza, lleno de imágenes bucólicas en las que brilla la figura del Buen Pastor que apacienta a su hato amado. El poema expresa una exaltación de la naturaleza con una intensidad religiosa.
Tema: El deseo del alma de alcanzar la unión con Dios.

Determinación de la estructura 
La  Oda XIII está compuesta por 8 liras, estrofa compuesta por versos heptasílabos y endecasílabos, cuya estructura métrica es la siguiente: 7a  11B  7a  7b  11B .
Podemos dividir la composición en tres partes:
  1. Las dos primeras estrofas. (v.1-10)
  2. Las cuatro siguientes. (v. 11-30)
  3. Las dos últimas. (v. 31-40)
1ª parte
Las dos primeras estrofas: se nos describe el prado, como símbolo del Paraíso terrenal, se central también en la figura del Buen Pastor y de su hato, que simboliza al hombre.
Alma región luciente,
prado de bienandanza, que ni al hielo
ni con el rayo ardiente
fallece; fértil suelo,
producidor eterno de consuelo:
de púrpura y de nieve
florida, la cabeza coronado,
y dulces pastos mueve,
sin honda ni cayado,
el Buen Pastor en ti su hato amado.
Destaca la primera palabra que inicia el poema ALMA, la pura verdad y la sencillez de la luz de Dios, una luz que destaca con su carácter de “luciente”.  El “prado de bienandanza” es una metáfora que representa el Paraíso terrenal, es una representación simbólica de un jardín ameno (paraíso) representado como “fértil suelo”. El alma se traslada del Paraíso a la región luciente, y es aquí donde lleva el pastor a sus ovejas. Se destaca el cromatismo de estas estrofas (luciente, púrpura, nieve), elementos positivos que están representan a la naturaleza, típico del Renacimiento. El hecho de mover el Buen Pastor su hato amado puede referirse a la otra vida, en el paraíso celestial

2ª parte
Las cuatro siguientes estrofas (3-6): se nos muestra de modo
alegórico el cuidado y los alimentos que da el pastor a sus ovejas.
Él va, y en pos dichosas
le siguen sus ovejas, do las pace
con inmortales rosas,
con flor que siempre nace
y cuanto más se goza más renace.
Y dentro a la montaña
del alto bien las guía; ya en la vena
del gozo fiel las baña,
y les da mesa llena,
pastor y pasto él solo, y suerte buena.
Y de su esfera, cuando
la cumbre toca, altísimo subido,
el sol, él sesteando,
de su hato ceñido,
con dulce son deleita el santo oído.
Toca el rabel sonoro,
y el inmortal dulzor al alma pasa,
con que envilece el oro,
y ardiendo se traspasa
y lanza en aquel bien libre de tasa.
Las” inmortales rosas” son flores que cortadas rebrotan, igual que en el Paraíso.
Observamos la utilización de adjetivos con valor positivo ( alto bien, gozo fiel, mesa llena) à todos son símbolos de la felicidad de las ovejas bien conducidas por el pastor.
Se respira un gozo celestial. (“Con dulce son deleita el santo oído” v. 25) El gozo recae en el mismo Cristo, cercado de su rebaño, suena en los oídos del él mismo.  El Pastor se  nos describe como “pastor y pasto él solo”, o sea como guía y sustento del alma. Vuelve a aparecer una naturaleza serena.
En el verso 21 aparece la metáfora “Y de su esfera”, marca la hora central del díaà sería el momento cumbre de la gloria divina.
Notamos como el tono del poema va adquiriendo un ritmo ascendente. En las primeras estrofas describía un prado, en estas la montaña, después nos hablará de la cumbre, parte más elevada, y por último se centrará en el sol.
Fray Luis encarna el abandono del ser frente a la inmensidad y belleza de lo eterno. Ante ello, la fama el dinero o el poder no dejan de ser efímeros y pasajeros. (“envilece el oro” v.28, “bien libre de tasa”v.30)

3ª parte
Las dos últimas estrofas (v.31-40): se inician con una serie de exclamaciones donde se nos muestra el deseo del alma de unirse con el Esposo, representa la unión con Dios. Que sería el punto culminante de la unión mística.
¡Oh, son! ¡Oh, voz! Siquiera
pequeña parte alguna descendiese
en mi sentido, y fuera
de sí la alma pusiese
y toda en ti, ¡oh, Amor!, la convirtiese,
conocería dónde
sesteas, dulce Esposo, y, desatada
de esta prisión adonde
padece, a tu manada
viviera junta, sin vagar errada.
El alma= Amada.
Cristo= Esposo.
El alma está atada y supeditada al mundo de los sentidos que le impiden ascender “a la montaña”  .Su condición de encarcelamiento (“prisión adonde padece” v. 38) es un obstáculo para la unión con Dios. El poeta ansía que llegue cuanto antes ese encuentro con la divinidad. Las metáforas utilizadas para describir este anhelo de unión están relacionas con el campo semántico que emanan palabras como “reposo, dulce, alegre, descansado”. No se nos describe un lugar concreto, sino un estado anímico.


Recursos estilísticos utilizados
Ya hemos ido comentado algunas de las figuras retóricas que aparecen en el texto. Pero aún así hacemos una valoración global. Señalamos que en  cuanto a las características estilísticas de su poesía es una síntesis de todos los componentes del Renacimiento español: clasicismo, italianismo y cristianismo. Los recursos métricos que emplea el autor se adecuan perfectamente al carácter ascético del contenido (tema) y, al tono recogido y grave de su poesía. La estrofa utilizada es la lira en la que los versos experimentan encabalgamientos suaves adecuándose al estilo reposado. En cada lira hay unidad temática. La lengua de Fray Luis atiende al criterio de naturalidad y selección renacentista, pues a la vez emplea coloquialismos y cultismos, por ultimo en cuanto a los recursos estilísticos sobresalen el hipérbaton, las aliteraciones, antítesis, personificaciones y las metáforas.

Conclusión
Fray Luis busca, como buen humanista, la claridad expositiva con armonía y dulzura. Esto está presente en el poema sin frases retorcidas ni complicados artilugios para ofrecer figuras estilísticas. Las figuras que emplea son sencillas, así como las construcciones sintácticas. El lenguaje utilizado es sencillo pero de amplios significados. Construye sus obras en base a un lenguaje de oraciones breves, en las que predomina la coordinación y la yuxtaposición sobre la subordinación, y en el que ésta nos llega sobre las premisas más elementales. Claro en sus exposiciones, a veces resulta reiterativo, y de ahí que pueda parecer retórico. Repite y repite hasta el cansancio en su deseo de que no quede ningún contenido en el aire, en su deseo de llegar y de llegar ampliamente.
Lector y relector de los clásicos, él mismo es un clásico en la armonía, en el equilibrio, en la medida, en la sobriedad, en la precisión de sus estructuras lingüísticas. Modelo de rigor y propiedad en su léxico; castizo a menudo, sencillo casi siempre; elegante en el epíteto, que emplea plástica y descriptivamente, al tiempo. Maestro de la lengua castellana, molde y modelo, Fray Luis de León es un excelente poeta que escribió también en prosa, con mayor o menor acierto.


Poema Oda XI – Al Licenciado Juan De Grial

Recoge ya en el seno
el campo su hermosura, el cielo aoja
con luz triste el ameno
verdor, y hoja a hoja
las cimas de los árboles despoja.

Ya Febo inclina el paso
al resplandor egeo; ya del día
las horas corta escaso;
ya Éolo al mediodía,
soplando espesas nubes nos envía;

ya el ave vengadora
del Íbico navega los nublados
y con voz ronca llora,
y, el yugo al cuello atados,
los bueyes van rompiendo los sembrados.

El tiempo nos convida
a los estudios nobles, y la fama,
Grial, a la subida
del sacro monte llama,
do no podrá subir la postrer llama;

alarga el bien guiado
paso y la cuesta vence y solo gana
la cumbre del collado
y, do más pura mana
la fuente, satisfaz tu ardiente gana;

no cures si el perdido
error admira el oro y va sediento
en pos de un bien fingido,
que no ansí vuela el viento,
cuanto es fugaz y vano aquel contento;

escribe lo que Febo
te dicta favorable, que lo antiguo
iguala y pasa el nuevo
estilo; y, caro amigo,
no esperes que podré atener contigo,

que yo, de un torbellino
traidor acometido y derrocado
del medio del camino
al hondo, el plectro amado
y del vuelo las alas he quebrado.




INTRODUCCIÓN
En medio de una naturaleza otoñal, el poeta invita a su amigo Juan Grial para que siga “cultivando el espíritu y escribiendo poesía”. El otoño había sido utilizado con anterioridad como marco natural que favorece las labores intelectuales. Fray Luis, pues, sigue fiel a la poética del humanismo renacentista basada en la imitación. El estudio poético que Fray Luis recomienda a su amigo es otra manera de acceder a la “escondida senda”, que le conducirá al “sacro monte”. Nos encontramos aquí con un metaforismo (“monte”, “collado”, “fuente”, “cuesta”) que, si bien apunta a la tradición relacionada con la creación poética como actividad divina (“sacro monte”), nada impide relacionarlo, asimismo, con el ascenso místico. Son términos de amplia tradición en la experiencia mística, de la que Santa Teresa y San Juan de la Cruz serán continuadores.

ESTRUCTURA
Esta composición nos expresa el dolor, la angustia, la melancolía que siente el autor, al estar encarcelado. A la vez, también se siente traicionado por aquellos que lo traicionaron. De forma exhortativa le pide a su amigo que busque esa inspiración en las musas y sobre todo que escriba.
Vamos a aclarar algunos  aspectos clave parea entender el poema.
 Febo: es el apodo de Apolo, dios, entre otros aspectos, del sol y de la poesía.
Éolo: es el dios del viento.
Ave vengadora del Íbico en la composición es la grulla que fue el testigo de la muerte del poeta Íbico y quien descubrió a los asesinos de éste.
El monte sacro es una colina romana (lugar donde viven las musas que inspiran a los escritores, poetas, pintores…).

El poema se divide en tres partes:
La primera parte (estrofas 1-3).
Nos habla del final del otoño. Nos describe el cambio de estación, de otoño a invierno, dónde podemos ver claramente, como se transforma la naturaleza, pasa a ser un paisaje triste, desolador:‘’las cimas de los árboles despoja’’ (los árboles pierden sus hojas), ‘’ya Febo inclina el paso’’ (el sol tiene una duración corta), ‘’ ya el día las horas corta escaso’’ (se hace de noche muy rápido), ‘’Éolo al mediodía, soplando espesas nubes nos envía’’ (el viento nos trae nubes), ‘’ya el ave vengadora del Íbico navega…’’ (las grullas emigran en invierno).

La segunda parte (estrofas 4-7)
Invita a su interlocutor a estudiar y a “subir al cielo”, le incita a que vaya en busca de esas musas que le proporcionarán la inspiración. Expresa que quiere trascender su alma.

la tercera parte (última estrofa)
Fray Luis le dice a Grial que escriba poemas que él no puede, está desolado por su encarcelamiento. Cree que ha sido víctima de una traición.
Destacamos en esta estrofa el hipérbaton y la aliteración del sonido vibrante r :  Que yo, de un torbellino traidor acometido y derrocado … donde se  nos muestra la rabia que siente el poeta.



En: http://tirardelengua.wordpress.com/category/fray-luis-de-leon/
http://es.calameo.com/read/0017160113d18fdb029f5

viernes, 7 de febrero de 2014

Garcilaso de la Vega




BIOGRAFÍA

Garcilaso de la Vega nació en Toledo en 1501 y era de familia noble.  Tomó parte en varias expediciones militares en la Isla de Rodas, en Grecia, contra los turcos; y en Francia en 1522.  Estuvo en Italia, en Bolonia.  Fue herido por los turcos en Túnez en 1534.  En Provenza se lanzó sin casco ni coraza al frente de sus soldados, fue herido en la cabeza por una piedra del enemigo y, subsiguientemente, murió pocos días después en Niza, Francia, en octubre de 1536, a los 35 años de edad. 

     Garcilaso se casó en 1525 con doña Elena de Zúñiga, matrimonio que no le trajo la felicidad.  Un año después conoció a doña Isabel Freyre, dama portuguesa de la emperatriz Isabel de Avis(Casa de Portugal) de quien se enamoró perdidamente y que había de tener gran influencia en su obra poética.  Es la Elisa de sus versos.
      Garcilaso de la Vega es, en lo humano, la más perfecta encarnación del ideal del cortesano renacentista, tal como lo había definido Castiglione.  Era hombre de gran atractivo personal, tanto por su aspecto físico como por su carácter, su inteligencia, y sus condiciones de hombre de mundo.  Fue la cabal fusión del hombre de armas y de letras (sapientia et fortitudo; a gentleman and a scholar).  Como escritor, realizó la obra poética que mayor trascendencia ha tenido en la lírica castellana.  Sabía a la perfección el griego, el latín, el italiano y el francés.  Hombre universal, vivió en su corta vida toda una carrera de amores, de heroísmos, de creación intensa, de acción real y de platónicos idealismos.

OBRAS POÉTICAS

Fueron publicadas por primera vez siete años después de su muerte, formando un IV libro en la edición barcelonesca de Boscán de 1543.  Sólo en 1569, después de 19 ediciones de la obra conjunta de los dos introductores del italianismo, se publicó en Salamanca la primera edición aparte de la obra poética de Garcilaso.  En 1574, el famoso catedrático de Retórica de Salamanca, Francisco Sánchez, el Brocense, publicó su primera edición anotada de las obras del toledano, convertido en un clásico indiscutible.  En 1580 publica Fernado de Herrera una nueva edición comentada. En 1622, el erudito toledano Tomás Tamayo de Vargas hace imprimir otra nueva edición comentada de Garcilaso.  Finalmente, en 1765, el diplomático aragonés Jose Nicolás de Azara publica su edición comentada de las obras del poeta de Toledo.  Tomás Navarro Tomás editó en 1911 las obras de Garcilaso, basándose en la de Herrera de 1580.  El hispanista hispanoamericano Hayward Keniston publicó en 1925 la primera edición crítica de las obras de Garcilaso. Elias L. Rivers publicó una nueva edición crítica en 1964, en Madrid y la Ohio State University (Columbus, Ohio). 

     A pesar de su enorme importancia, la obra poética de Garcilaso es de reducida extensión.  Consta de 3 églogas, 2 elegías, 1 epístola, 5 canciones, 38 sonetos y unas pocas composiciones breves a la manera tradicional.  Escribió también 3 odas en latín. Las tres églogas representan lo más perfecto de la poesía de Garcilaso.  Las tres fueron compuestas durante una estancia del poeta en Nápoles. 

     Los sonetos se desenvuelven por lo común en torno al tema del amor.  Merecen destacarse los que empiezan: «O dulces prendas, por mi mal halladas» (núm. 10), «Si quejas y lamentos pudieron tanto» (núm. 15), «En tanto que de rosa y azucena» (núm. 23), «Estoy contino en lágrimas bañado» (núm. 38), «Pensando quel camino iba derecho» (núm. 17), «De aquella vista pura y excelente» (núm. 8), «A Dafne ya los brazos le crecían» (núm. 13). El soneto 25 («¡Oh hado secutivo en mis dolores») aspira a la visión perdurable de la belleza femenil glorificada.

     Entre sus 5 canciones sobresale la quinta, «Si de mi baja lira» («Ode ad florem Gnidi»), dirigida a doña Violante Sanseverino, dama hermosísima del barrio Nido de Nápoles, de quien se había enamorado su amigo Mario Galeota; como la dama se mostrase esquiva, Garcilaso trató de interesarla en favor de su amigo.  La palabra con que termina el primer verso, «si de mi baja lira», ha dado nombre a este tipo de estrofa, utilizadas entonces por primera vez en castellano.

     Temàtica

 la obra de Garcilaso gira preferentemente en torno al amor.  La pasión inspirada por doña Isabel Freyre motivó los más bellos y sentidos versos del poeta, referidos a dos circunstancias principales: el casamiento y la muerte de Isabel.  Sentimiento también muy característico de Garcilaso, afin al amoroso, es el de la amistad.  Influencia de Petrarca: la pasión es profunda melancolía, delicada ternura, sutil análisis de los estados afectivos.  Motivos: el amor no correspondido, la muerte de la mujer amada.  Llega a la exaltación.  Su pasión fue auténtica.  Nunca antes de Garcilaso se había cantado el amor en español con tanta sinceridad, con elementos poéticos tan puros, tan equilibrados, tan perfectos, y tan conmovedores.  Por detrás de sus palabras hay un desgarro de emoción, un borboteo represado que algunos piensan supera a Petrarca.  Hay una infinita nostalgia y una dulce esperanza que late en el corazón del poeta.  Garcilaso infundió en su verso un hálito de emoción, un alma.  Inaugura la nueva sensibilidad en la poesía española y europea.  Hay una melancolía que nace del conflicto entre el ideal soñado y las impurezas y sinrazones de la realidad.  En la desventura de su amor, el poeta desea libertarse de una vergonzosa esclavitud y se debate entre la rebeldía y la aceptación.  Lo que predomina en sus versos es la actitud de estoica superioridad, esa firmeza que acepta el dolor con todas sus consecuencias como fatalidad ineludible.  Es un dolor pudoroso que quiere recatarse y que en muchas ocasiones se escuda bajo la máscara pastoril.  El poeta huye de la exageración.  Quiere objetividad, medida, equilibrio, estoica serenidad frente al dolor, estoica sumisión ante lo inevitable, sentimiento contenido y profundo, expresión sobria e inmóvil. 

     Al lado del amor, el sentimiento de la naturaleza llena los versos de Garcilaso, sobre todo en las églogas.  Es una naturaleza «a la Sannazaro», convencional, artificiosa, poéticamente estilizada.  la naturaleza es el modelo de toda perfección.  El paisaje de España, y más concretamente el de su Toledo natal, constituye el fondo de todas sus descripciones bucólicas, y en las orillas del Tajo.  El paisaje en sí mismo es ya materia de belleza, tema esencial, protagonista en la poesía de Garcilaso.

     Estilo

La poesía de Garcilaso se caracteriza por su musicalidad, su elegancia, la suavecadencia de sus versos, la claridad, la selección de vocablos, la mesura y sobriedad, lejos de toda afectación y toda retórica. 

     Imitación

El número de versos derivados de todas sus fuentes constituye la cuarta parte del poema.  Pero Garcilaso no copia sino que reelabora, vivifida, recrea.  Según Menéndez Pidal, en «El lenguaje del siglo XVI», la norma lingüística de Garcilaso consiste en emplear términos no nuevos ni desusados de la gente, pero a la vez muy cortesanos y muy admitidos de los buenos oídos.  Es decir, naturalidad y selección: criterio bien diferente del de cultismo y afectación dePierre Ronsard (1524-1585) y los franceses.  O en palabras de Isabel la Católica: «buen gusto».

     Dos rasgos que suelen destarcarse en la personalidad de Garcilaso son la ausencia de resonancias bélicas en su obra, a pesar de su carácter militar y de su intensa dedicación a la tarea de las armas.  El segundo es su carácter esencialmente laico.  Según Azorín (Los dos Luises y otros ensayos): «De todos los poetas españoles de los siglos XVI y XVII, Garcilaso es el único que no haya escrito ni un sólo verso de asunto religioso.  No estaba la poesía religiosa dentro de su temperamento».

     En su tiempo, se le consideró a Garcilaso como clásico, y tuvo sus comentaristas en el Brocense y Herrera.  Aun en su siglo, su poesía fue vuelta a lo divino por Sebastián de Córdoba en 1575, para convertir sus versos en materia cristiana y religiosa.  Se estudiaba a Garcilaso como se estudiaban a Homero y Virgilio.  La claridad de su poesía fue contrapuesta a la oscuridad de los poetas cultos como Góngora.  Fue propuesto como modelo de la poesía en el siglo XVIII por Azara.  En el XIX, Garcilaso afecta al poeta Bécquer y a los modernos: Pedro Salinas, Rafael Alberti, y José García Nieto.

Imitación, innovación y reescritura a lo divino:

Petrarca. Soneto 298:
   Quand'io mi volgo in dietro a mirar gli anni 
c'hanno fuggendo i miei pensieri sparsi, 
e spento'l foco, ove agghicciando io arsi 
e finito il riposo pien d'affanni, 
   rotta la fe de gli amorosi inganni, 
e vol due parti d'ogni mio ben farsi, 
l'una nel cielo, e Paîtra in terra starsi 
e perduto il guadagno de' miei danni, 
   i' mi riscuoto, e trovomi sí nudo, 
ch'i porto invidia ad ogni estrema sorte: 
tal cordoglio e paura ho di me stesso. 
   O mia Stella, o fortuna, o fato, o morte, 
o per me sempre dolce giorno e crudo, 
come m'avete in basso stato messo!
Luis Rosales, Estudios sobre el Barroco (Madrid:   Trotta, 1997) 59.
Garcilaso de la Vega.  Soneto 1:
   Cuando me paro a contemplar mi estado 
y a ver los pasos por do m'han traído, 
hallo, según por do anduve perdido, 
que a mayor mal pudiera haber llegado; 
   mas cuando del camino 'stó olvidado, 
a tanto mal no sé por do he venido; 
sé que me acabo, y más he yo sentido 
ver acabar comigo mi cuidado. 
   Yo acabaré, que me entregué sin arte 
a quien sabrá perderme y acabarme 
si quisiere, y aún sabrá querello; 
   que pues mi voluntad puede matarme, 
la suya, que no es tanto de mi parte, 
pudiendo, ¿qué hará sino hacello?
Garcilaso de la Vega, Obra poética y textos en prosa, ed. B. Morros (Barcelona: Crítica, 1995) 12.
Sebastián de Córdoba. (1575):
   Quando me paro a contemplar mi estado 
y a ver los passos por do me á traído, 
hallo, según que anduve tan'perdido, 
que uviera merecido ser juzgado; 
   baxando de la gracia en baxo estado 
estava de mis culpas tan herido 
que quien me viera fuera conmovido 
a me llamar, con lástima, "cuytado"; 
   Mas la esperança me entregó (sin arte) 
a quien puede (mirándome) sanarme, 
y cierto como puede es el querello, 
   que pues la vida puso por librarme, 
y él sólo puede darla por su parte, 
pudiendo, ¿qué hará sino hazello?
Sebastián de Córdoba, Garcilaso a lo divino, ed. crítica de Glen R. Gale (Madrid: Castalia, 1971) 93.







POEMAS DE GARCILASO

En tanto que de rosa y azucena


En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,     
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
 y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre;                   
 marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.       

Estructura y métrica:

Soneto compuesto por catorce versos endecasílabos de rima consonante ABBA, ABBA, CDE, DCE . Los versos se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos  y dos tercetos. El primer cuarteto recrea la juventud y belleza de la dama,  y el segundo cuarteto  amplifica y desarrolla el mismo tema . El primer terceto reflexiona sobre la idea central  (la exhortación  a disfrutar el presente) vinculándolo al  tema de los cuartetos (antes de que el tiempo destruya la juventud y la belleza). El terceto final concluye con una reflexión grave  los versos anteriores  (el tiempo todo lo destruye) . El poema se ajusta a  la estructura  del  soneto clásico en que se  presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión  que, de algún modo, da sentido al resto del poema.

Tema

El soneto  aborda el  concepto filosófico de la brevedad de la vida, sin embargo en su desarrollo poético notamos el cambio de mentalidad producido en el paso de la Edad Media al Renacimiento. El poeta no se lamenta de esa brevedad, si no que,consciente de ella, aconseja gozar les placeres de la juventud antes de que el tiempo la destruya.

Recursos retóricos

El ritmo del poema es pausado, no expresa urgencia. Supone una invitación tranquila a disfrutar de la juventud y de la belleza mientras éstas duren.
♦ Prosopografía (descripción física de la dama) ” En tanto que de rosa y azucena  (Metonimia  “color” de la rosa y la azucena).
♦ Etopeya (descripción moral de la dama)  ” mirar ardiente, honesto …” .
♦ Prosopografía y etopeya conforman el “retrato” de la dama.
♦ Enumeración: “mueve, esparce y desordena”.
 Anáfora: “ En tanto … “ (verso 1) “y en tanto …” (verso 5).
♦  Metáforas: “oro” (del color del cabello de la dama).
                           “rosa y azucena” (el color de las mejillas de la dama y su tez blanca).
♦ Símbolos: ROSA (juventud, belleza, pasión),  AZUCENA ( pureza, honestidad). Valor simbólico de los colores “rojo” y “blanco”.
♦  Tópicos literarios : “Carpe diem“ : Coged de vuestra alegre primavera/ el dulce fruto … Invitación al goce de los años de juventud (= día) y al aprovechamiento del momento, antes de que el inevitable paso del tiempo nos conduzca a la vejez y a la muerte. 
 ♦ “alegre primavera”: metáfora de “juventud”.
 ”edad ligera”: tiempo fugaz.
 ♦ “ Collige, virgo, rosas” (Coge, virgen, las rosas …) . Carácter irrecuperable de la juventud y la belleza. Invitación a gozar del amor antes de que el tiempo robe nuestros mejores años.
♦  “Descriptio puellae”. Los dos primeros cuartetos siguen los cánones renacentistas de la “descriptio puellae” (descrición de la doncella) centrada en el rostro de la dama (“gesto”). 
♦  ” Fugit irreparabile tempus“  ( el tiempo pasa irremediablemente). Carácter irrecuperable del tiempo vivido: evocación de la condición fugaz de la vida humana : “marchitará la rosa el viento helado …”.
♦  ”antes que el tiempo airado/ cubra de nieve (metáfora de “cabello blanco”)  “la hermosa cumbre” (metáfora de cabellera).“dulce fruto” metáfora del amor.
♦ “Todo mudará la edad ligera” : El tiempo todo lo cambia. 
♦ Hipérbaton:  Marchitará la rosa el viento helado (V-CD-Suj.)
♦ Antítesis: enciende/refrena.
♦ Encabalgamiento: en la vena/del oro
 Epítetos:  “hermoso”, “blanco”, “enhiesto” (cuello) / “hermosa cumbre”.
♦ Campos léxicos antitéticos:
ardiente/color/luz/primavera/dulce fruto.
tiempo airado/nieve/marchitará/helado.

Fuentes literarias

“En tanto que de rosa y azucena” glosa el tópico literario del “carpe diem” que deriva de la Oda IV de Horacio y del “Collige, virgo, rosas” de Ausonio, no obstante, se ha especulado con la posibilidad de que la dama pudiera tener un referente real más allá del tópico literario de la “dona angelicata”.

Contextualización del poema

Durante su breve carrera cortesana y militar, Garcilaso no publicó ninguna poesía suya. Al morir a los 35 años de edad, llegó naturalmente a ser su albacea literario su amigo y colaborador poético Juan Boscán. Éste reunió todos los manuscritos garcilasianos que pudo encontrar, y  al publicar sus propias poesías, les añadió como apéndice las de Garcilaso: Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega se editó en Barcelona en 1543, casi siete años después de morir el poeta.
¿ELENA, ISABEL Y BEATRIZ?
En la corte de Valladolid, Garcilaso conoció a la que se convertiría en su mujer legítima, doña Elena de Zúñiga, que figuraba entre las damas de doña Leonor de Austria, hermana de Carlos V. Todo un partido, por lo tanto, que le acercaba al Emperador a través de su hermana favorita. La corte era en aquellos días un hervidero de actividades festivas en donde el poeta  brillaría con luz propia. Allí debió cautivar a la joven Elena e incluso a la propia doña Leonor, que aprobaría de inmediato la elección, si es que no eligió ella misma al joven caballero como pretendiente idóneo para su dama portuguesa.
Garcilaso viajó a Portugal, donde permanecía exiliado su hermano, el excomunero Pedro Laso, para organizar el matrimonio de éste con una de las damas de Isabel de Portugal, la prometida del césar. La dama escogida fue la bella Beatriz de Sá, cuyas gracias, unánimemente alabadas por sus contemporáneos, no le tuvieron que pasar desapercibidas a Garcilaso, incluso se ha venido a suponer recientemente por la investigadora Carmen Vaquero que pudieron prender la llama de un amor tan intenso como prohibido. Sea como fuere, allí estaba también, acompañando a la futura Emperatriz, la que tradicionalmente se ha venido suponiendo la musa de sus encendidos y lamentosos versos: Isabel Freire. 
¿Quién, en verdad, fue la fuente de un amor que, por una u otra causa —amor prohibido, truncado por la muerte o despectivo—, hicieron sufrir e inspiraron la vena poética de nuestro mejor lírico? El misterio extiende su secuela de conjeturas sobre este debatido asunto, en torno a estos tres nombres de mujer: Isabel, Beatriz y Guiomar.


http://nomesjoana.wordpress.com/2011/11/05/en-tanto-que-de-rosa-y-azucena-garcilaso-de-la-vega-soneto-xxiii/




ODE AD FLOREM GNIDI
1.
     Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
     aplacase la ira
     del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
2.
     y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
     las fieras alimañas,
     los árboles moviese
y al son confusamente los trujiese:
3.
     no pienses que cantado
seria de mí, hermosa flor de Gnido,
     el fiero Marte airado,
     a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido,
4.
     ni aquellos capitanes
en las sublimes ruedas colocados,
     por quien los alemanes
     el fiero cuello atados,
y los franceses van domesticados;
5.
     mas solamente aquella
fuerza de tu beldad seria cantada,
     y alguna vez con ella
     también seria notada
el aspereza de que estás armada,
6.
     y cómo por ti sola
y por tu gran valor y hermosura,
     convertido en vïola,
     llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
7.
     Hablo d’aquel cativo
de quien tener se debe más cuidado,
     que ’stá muriendo vivo,
     al remo condenado,
en la concha de Venus amarrado.
8.
     Por ti, como solía,
del áspero caballo no corrige
     la furia y gallardía,
     ni con freno la rige,
ni con vivas espuelas ya l’aflige;
9.
     por ti con diestra mano
no revuelve la espada presurosa,
     y en el dudoso llano
     huye la polvorosa
palestra como sierpe ponzoñosa;
10.
     por ti su blanda musa,
en lugar de la cítera sonante,
     tristes querellas usa
     que con llanto abundante
hacen bañar el rostro del amante;
11.
     por ti el mayor amigo
l’es importuno, grave y enojoso:
     yo puedo ser testigo,
     que ya del peligroso
naufragio fui su puerto y su reposo,
12.
     y agora en tal manera
vence el dolor a la razón perdida
     que ponzoñosa fiera
     nunca fue aborrecida
tanto como yo dél, ni tan temida.
13.
     No fuiste tú engendrada
ni producida de la dura tierra;
     no debe ser notada
     que ingratamente yerra
quien todo el otro error de sí destierra.
14.
     Hágate temerosa
el caso de Anajárete, y cobarde,
     que de ser desdeñosa
     se arrepentió muy tarde,
y así su alma con su mármol arde.
15.
     Estábase alegrando
del mal ajeno el pecho empedernido
     cuando, abajo mirando,
     el cuerpo muerto vido
del miserable amante allí tendido,
16.
     y al cuello el lazo atado
con que desenlazó de la cadena
     el corazón cuitado,
     y con su breve pena
compró la eterna punición ajena.
17.
     Sentió allí convertirse
en piedad amorosa el aspereza.
     ¡Oh tarde arrepentirse!
     ¡Oh última terneza!
¿Cómo te sucedió mayor dureza?
18.
     Los ojos s’enclavaron
en el tendido cuerpo que allí vieron;
     los huesos se tornaron
     más duros y crecieron
y en sí toda la carne convertieron;
19.
     las entrañas heladas
tornaron poco a poco en piedra dura;
     por las venas cuitadas
     la sangre su figura
iba desconociendo y su natura,
20.
     hasta que finalmente,
en duro mármol vuelta y transformada,
     hizo de sí la gente
     no tan maravillada
cuanto de aquella ingratitud vengada.
21.
     No quieras tú, señora,
de Némesis airada las saetas
     probar, por Dios, agora;
     baste que tus perfetas
obras y hermosura a los poetas
22.
     den inmortal materia,
sin que también en verso lamentable
     celebren la miseria
     d’algún caso notable
que por ti pase, triste, miserable.




ODA A LA FLOR DE GNIDO  – CANCIÓN V   (Garcilaso de la Vega)


La oda es un subgénero lírico y una composición poética de tono elevado o cantado, que trata asuntos diversos entre los que se recoge una reflexión del poeta. Según el tema que se cante, puede ser religiosa, heroica, filosófica, amorosa. En general se aplica a todo poema destinado a ser cantado. Se utiliza también para hacer alabanzas a cualidades que poseen personas u objetos que el poeta quiere destacar positivamente.
Antiguamente se cantaba con el acompañamiento de un instrumento musical. En la Antigua Grecia donde tiene sus principios, existían dos tipos de odas: las corales y las cantadas por una sola voz (monodia). Píndaro compuso odas a los dioses, héroes y atletas. Las de Alceo de Mitilene celebraban las virtudes militares y a los guerreros y las de Safo, a los amantes y el amor; Anacreonte se sirvió de ellas para aplaudir los placeres de la mesa y del amor. Entre los latinos se desarrolló un estilo particular, en el que descolló Horacio, basado en una mezcla de los estilos de Anacreonte y Píndaro.[cita requerida]
En la poesía castellana cultivaron este género Fray Luis de León,1 Garcilaso de la Vega, Herrera, Quintana, Cienfuegos, Juan Nicasio Gallego, Espronceda, etc. y en la poesía catalana es célebre la Oda a la nació catalana, de Buenaventura Carlos Aribau.

***

Lira es un tipo de estrofa de cinco versos de la métrica española e italiana, compuesta de tres versos heptasílabos (siete sílabas) y dos endecasílabos (once sílabas) con la siguiente disposición: 7a 11B 7a 7b 11B:
"O pastori felici
che d'un piciol poder lieti e contenti,
havete i cieli amici;
e lungi da le genti
non temete di mar'ira o di venti" ("Loda de la vita pastorale", Rime, 1560)
En la lírica española fue introducida por su amigo el poeta toledano Garcilaso de la Vega en su "Oda a la flor de Gnido", que compuso cuando se hallaba en Nápoles entre 1532 y 1536. Esta forma estrófica tomará el nombre del término lira que aparece en el primer verso del poema:
"Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento..."
Esta estrofa, que Garcilaso usó solamente una vez, será empleada repetidamente por Fray Luis de León para sus odas horacianas, si bien éste ensayó también distintas combinaciones breves de heptasílabos y endcasílabos que llamaba también liras; San Juan de la Cruz, que fue discípulo suyo en Salamanca, llevó esta estrofa a su perfección; después su uso será constante, aunque no es una de las estrofas más utilizadas.

 ***

Estando en Nápoles, un amigo de Garcilaso, Mario Galeota, le pidió que le escribiera una canción dedicada a doña Violante Sanseverino, de quien estaba enamorado. El poeta accedió y escribió  su “Oda a la flor de Gnido” en la que invoca a la dama rogándole que corresponda a su galán, y le recuerda el caso de ninfa Anaxárete, a quien los dioses convirtieron en piedra por no amar.



El verso inicial «Si de mi baja lira» contiene el término en adelante asignado a la estrofa característica de la oda, la lira de heptasílabos y endecasílabos combinados, en número de cinco, según el esquema aBabB. Este metro, equivalente al tetrástico horaciano, toma como modelo una de las estrofas ensayadas por Bernardo Tasso en las odas de los Amori (en concreto el volumen editado en 1534), primera adaptación vernácula del género que sin duda conoció Garcilaso. Por sus características estructurales y rítmicas, inherentes a su brevedad, la lira se convirtió en el vehículo óptimo en la ulterior transmisión de la oda.




Escrito está mi alma en vuestro gesto 

Escrito está en mi alma vuestro gesto   1
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.   2

En esto estoy y estaré siempre puesto;     3
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;     4

cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.


1  escrito: impreso, grabado : gesto: cara, rostro
2 Es decir, “cuando quiero recordar vuestro rostro, estoy tan solo que incluso me escondo de vos”. El poeta hace lo imposible por  mantener su amor en secreto, a fin de no perjudicar la reputación de su amada.
3 ” A esto estoy y estaré siempre dedicado”.
4 hábito: “vestido”; el poeta insiste en la identificación de amor y fe, pues la palabra “hábito” se aplica sobre todo a la indumentaria de los religiosos.

(INTRODUCCIÓN)
            Esta composición lírica es una de las mejores y más conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536), introductor, junto con Boscán, de la lírica renacentista de influencia italiana y máximo exponente de este movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Garcilaso representa al perfecto cortesano renacentista del que hablaba Baltasar de Castiglione, pues conjuga en su persona “armas y letras”. Considerado como el primer poeta moderno por su tratamiento del tema amoroso, cultivó una poesía intimista, melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el buen gusto.

Su producción literaria, exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía. Este poema lírico, perteneciente a su época de plenitud (iniciada a partir de 1532), demuestra el perfecto manejo del arte italianista que poseía Garcilaso. (INTRODUCCIÓN IGUAL QUE EL ANTERIOR COMENTARIO)

(ANÁLISIS DEL CONTENIDO:TEMA Y ESTRUCTURA)

En cuanto al tema del soneto  que nos ocupa, observamos que es la descripción del sentimiento amoroso del poeta hacia una mujer. Por ello, aparece ya desde el primer verso los distintivos del emisor (mi) y la destinataria de tan exaltada composición (vuestro). Catáforas de los repetitivos yo y vos (este último, evidenciando la época en que fue escrito el poema, s.XVI), de los versos siguientes: 2,3,9,... En todo momento, la amada es la responsable del nacimiento de ese sentimiento (vos sola lo escribisteis), lo que le confiere unas cualidades que la elevan por encima de los demás seres (amor platónico). Esta forma de tratar el asunto amoroso se relaciona, asimismo, con la poesía petrarquista. Y alcanza su punto más alto, en el segundo cuarteto, al vincular el amor hacia esa mujer con la fe. Igualmente, y contrapuesto a lo antes mencionado, el hombre, es un ser pasivo, que se ve obligado a amarla por la fuerza de ese sentimiento que genera ella (yo lo leo/tan sólo; yo no nací sino para quereros).

Si analizamos el poema, en su estructura interna distinguimos:
a)    vv. 1-4: Descripción de cómo su amada lo abarca todo en él. Desbordamiento total del sentimiento que le profesa. Está en su alma (v.1) y, por tanto, controla su cuerpo, su mente, su raciocinio, su voluntad. Dueña de su ser y actos. No tiene el poder de crear, solo de describir (pese a la conciencia de creadores que tienen los artistas en el siglo XVI).

b)    vv. 4-8: Intemporalidad de su amor. Admiración hacia ella, lo que sus ojos ven sobrepasa su entendimiento pero le hace bien, esto le lleva a ejercitar la fe como medida equilibrante. La fe que se necesita para creer en la perfección de Dios, es necesaria ahora para poder creer la perfección de la dama.

c)    vv. 9-11: Su razón de vivir. Su alma ya no está desnuda, ella es su vestimenta, su adorno, su acabado. No hay soledad.

d)    vv. 12-14: Agradecimiento de que su vida y muerte le pertenezcan. Ve a la mujer en un plano superior. Se habla con un lenguaje religioso: pone su vida bajo la voluntad de su amada.

Se suele tomar el soneto como un texto poético de carácter argumentativo, en el que se presenta una idea (aquí, primer cuarteto); se desarrolla (segundo cuarteto y primer terceto) y se concluye (última estrofa). Entre los cuartetos, esta relación temática se comprueba en este caso con el uso del anafórico esto (vv.4 y 5). Como ya ha sido explicada la idea principal en el párrafo anterior, nos detendremos ahora en fijarnos en qué elementos dotan de cohesión al poema.

(MÉTRICA)
En lo que respecta a la métrica, el soneto está formado por dos cuartetos y dos tercetos, compuestos por versos endecasílabos, de arte mayor. Su rima es consonante. Su esquema métrico es 11A, 11B, 11B, 11A; 11A, 11B, 11B, 11A; 11C, 11D, 11E; 11C, 11D, 11E.

(ANÁLISIS PLANO FÓNICO, MORFOSINTÁCTICO Y SEMÁNTICO)

(Plano fónico: RECURSOS LITERARIOS)
Todo el soneto supone una hipérbole o exageración de la presencia de la amada en la vida del poeta. Sin embargo no es una exageración que sobrepase los límites del equilibrio.

Empieza adentrándose en la espiritualidad del hombre, no se acoge a ninguna referencia carnal sino a espiritual: lo eterno (alma). No es un amor carnal, físico sino una adoración. En el primer verso destaca un hipérbaton Escrito está en mi alma vuestro gesto. Dos posibles intenciones son: darle un sentido más lejano al tiempo: “Está escrito” (frase del evangelio) y destacar gesto, una metonimia que representa a la amada. En el primer cuarteto destaca el juego entre yo y vos, ella escribe, él lo lee. Ella ejecuta, él obedece. Se remarca con el encabalgamiento abrupto del tercer verso que resalta el verbo leo: el poeta no es creado, solo cuenta lo que ya existe: la belleza que le supera.

    En el quinto verso utiliza el verbo presente y futuro para explicar lo eterno de su amorestoy y estaré siempre. Los adverbios de cantidad Tanto y Cuanto, que constituyen una aliteración, agrandan los conceptos. Retóricamente expresa la superioridad de la mujer que ama sobre él con la expresión “no cabe en mí”. Usa la fe como respuesta a su impotencia: muestra su religiosidad, para ello, el v.7 es otro hipérbaton que ensalza el verbo creo.

    En el primer terceto destaca la palabra “hábito” que aquí se ajusta a la vestimenta, al recubrimiento de lo que está destapado, pero también a la costumbre de estar amándola todos los días en la distancia, desde el secreto. Además la personificación mi alma os ha cortado a su medida es una personificación. Equipara el alma con un sastre para seguir jugando con la metáfora del hábito. No nací sino para quereros del v.9 habla de la predestinación de una persona en su vida: querer, misión que cumple en el v.11.

    El último terceto es una alegoría que representa la gratitud del poeta hacia la dama por haber otorgado sentido a su vida. Utiliza, pues, la alegoría: vida-muerte en pago a esa gratitud. Además resalta la anáfora por vos de los vv. 13 y 14. Su nacimiento (ya repetido en el v. 9) –como persona, amante y poeta- se lo debe a su dama. Y seguramente su muerte -si la dama no corresponde- también. Este último terceto es una sentencia que resume el contenido del soneto completo.

(PLANO MORFOSINTÁCTICO)

Hay un gusto por el juego verbal, ya que, por un lado, un mismo verbo se conjuga en personas e incluso tiempos diferentes: escribir (vv.1,2,3); querer (vv.9,11); morir (verso final). Por otro, se refuerza aquello que se desea expresar en el verso mediante laestructuración sintáctica bimembre (vv.5, 14), la antonimia (escribisteis-leo; nací-muero), la repetición (nací –vv.9,13; tengo vv.-12,13) y la sinonimia: no entiendo-creo ( tomando como base que “tener fe es creer aquello que no se entiende”).
Sintácticamente, llama la atención que el hipérbaton más abundante sea el que traslada el verbo principal al final de verso (vv.2,3,6,7,11) así como, la asíndeton(general en todo el poema) y el paralelismo-enumeración de los dos versos finales, cuyo significado se puede explicar a la luz de la repetida palabra clavealma (vv.1,10,11). Donde prende el sentimiento amoroso (iniciado por el sentido de la vista –v.5) y que es lo que le da el verdadero sentido –vital- al enamorado (ella ha cortado a su medida lo queno cabe en él al contemplar a la mujer: su hermosura y perfección, tanto bien). De aquí, la misión última (por vos he de morir y por vos muero) de este remozado servicio de amor renacentista.

(PLANO SEMÁNTICO: localizar campos semánticos)

El tema del texto condiciona el uso de sustantivos y adjetivos relacionados con el amor y la fé. De esta forma encontramos teérminos relacionados con lo divino: alma, fé; también con lo terrenal: vida, muerte; y como no con el amor: deseo, gesto, quereros, quiero.

(CONCLUSIÓN)
A modo de conclusión, se puede decir que Garcilaso de la Vega coloca a su amada en un lugar por encima de él mismo y que, como dice en este soneto, vive y muere por ella. Ya no es Dios quien controla su vida, sino su dama. Ésta, marca la personalidad y la vida del poeta.

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¡Oh dulces prendas por mi mal halladas!

Tradicionalmente, se ha creído que este soneto fue inspirado por el fallecimiento de Isabel Freyre, dama portuguesa que pertenecía al séquito de la reina, y de la que Garcilaso estuvo enamorado desde 1526. El amor entre ambos fue puramente platónico, ya que tanto doña Isabel como Garcilaso estaban casados. Isabel Freyre murió al dar a luz a su tercer hijo, hacia 1533.

Soneto X

¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quería,
 juntas estáis en la memoria mía,
y con ella en mi muerte conjuradas.            1

  ¿Quién me dijera, cuando en las pasadas        
horas en tanto bien por vos me vía,
que me habíais de ser en algún día
con tan grave dolor representadas?

  Pues en un hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes,         
llevadme junto el mal que me dejastes.

  Si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.



El poeta ha hallado, al parecer por pura casualidad, unas “prendas” de su amada, es decir, algún regalo que ella le entregó en señal de amor: un mechón de cabello, un pañuelo, una cinta, tal vez un guante … Las prendas desatan la tristeza del poeta porque le recuerdan la felicidad de que gozó junto a su amada, y que ya es irrecuperable. Su pena es tan grande que llega a acusar a las prendas de haberse confabulado con su propia memoria para matarlo de dolor.
Verso 6: “horas en que en tanto bien por vos me vía” (veía). Es decir, “cuando, en el pasado, tanta felicidad me dispensabais”.
Verso 10:  ”todo el bien que por términos me distes”. El poeta se queja de que la felicidad llegó poco a poco (“por términos”) y, en cambio, se ha ido en un momento (“en una hora”).


OTROS APUNTES SOBRE EL POEMA

Este poema de Garcilaso de la Vega pertenece al conjunto de 38 sonetos escritos por él, durante la primera mitad del siglo XVI.
Su obra es exclusivamente poética y está influida por los grandes clásicos , el platonismo y Petrarca.
En 1534, con la noticia de la muerte de Isabel Freyre, empieza un cambio de rumbo en su obra. Precisamente, este soneto fue escrito poco después de la muerte de su amada.

Este soneto consta de dos cuartetos y dos tercetos encadenados, de versos endecasílabos y de rima consonante (ABBA/ABBA/CDC/DCD).

El tema principal es el gran sufrimiento ante la pérdida de su amada. En la primera estrofa exalta el dolor que siente ante el recuerdo de su amada. En la segunda recuerda la felicidad que ha pasado con ella antes de su muerte y la tristeza presente. Finalmente, en la tercera y cuarta estrofa, el autor realiza una petición desesperada de que el dolor le abandone, y si no se cumple su petición pensará que toda la felicidad vivida fue para llegar a la muerte.

En este poema se nos representan dos muertes. La de Isabel Freyre, pero a la vez, la del autor.

La influencia renacentista se observa en el tema: el dolor por la ausencia de su amor; i en la forma: el soneto . Aunque también esta presente la ideología teocentrista medieval (en el primer cuarteto: dulces y alegres cuando Dios quería).

Utiliza un lenguaje sencillo y natural que se observa a través de los contrastes que aparecen en todo el poema. Hay una exclamación en la primera estrofa y una interrogación retórica en la segunda.
antítesis (dulces prendas por mi mal halladas, pasadas horas que tanto bien, todo el bien junto el mal, tantos bienes memorias tristes.) que utiliza Garcilaso para expresar su antiguo dulce amor y el dolor que ahora padece.

También podemos encontrar hipérbaton (Pues en una hora junto me, que por terminos , verme morir entre.


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La poesía de la que estamos hablando adopta con frecuencia una forma dialéctica, de diálogo del yo poético consigo mismo o con la naturaleza, o de diálogo con terceros. Hay una dramatización de la voz poética que, en parte, está relacionado con la condición racionalista de esta poesía renacentista y, en parte con su concepción idealista e incluso espiritual de la poesía.
El  diálogo es uno de los procedimientos retórico empleados para atrapar en los poemas los sentimientos por el patetismo que añaden a la expresión. De este modo es un recurso que se integra en el deseo que tiene esta poesía de conmover. Conectar con la sensibilidad del lector, lograr que su alma se emocione es una prueba de que la emoción ha quedado realmente fijada en el poema gracias al talento con el que el poeta domina todos los secretos de su arte.  La emoción es comunicable. El arte lo ha hecho posible.
Garcilaso de la Vega haba en este poema con unas prendas (¿una cinta, unos cabellos?) que en su día le dio su amada, acto que él interpretó como una señal de esperanza que luego ha visto definitivamente frustrada.
Como ya hemos señalado, el poema es una construcción racional del espíritu, una manifestación racional y material de la belleza ideal, y la razón es dialéctica en el sentido platónico: diálogo, controversia racional entre diversos puntos de vista. La dialéctica sólo puede desarrollarse mediante la confrontación de puntos de vista opuestos.
Los sentimientos, las emociones y las sensaciones son sometidos a un examen racional que suele desembocar en el diálogo como forma discursiva del poema renacentista o barroco.
También hemos apuntado ya que la estructura semántica de estos poema suele ser la de una afirmación y su demostración (que, según apuntamos puede materializarse de muy diversos modos: (causa-efecto, comparaciones, alegorías, presente-pasado…).
El soporte dramatizado, el diálogo, se usa con relativa frecuencia también como  estrategia de razonamiento emocional y poético y como pauta compositiva del poema.
Este diálogo, como hemos apuntado, puede ser simplemente una dramatización del propio yo poético que se “descompone” en partes para diseccionar sus sentimientos.  La sensación teatral queda acentuada porque muchas veces estos alter egos adquieren casi estatuto de personajes.
El yo poético puede hablar con su fuego, con su esperanza, con sus celos,con su tormento, con su corazón, con su alma, con sus ojos, con su poesía…O puede hablar con los cabellos de la dama con una flor que tienen en el pelo, con su corazón, con su mirada…
Otras veces, el yo poético habla con un amigo, con un consejero, con algún personaje histórico  o con otro desdichado cuyo papel puede limitarse al de un testigo mudo que actúa de simple espejo de sus reflexiones y lamentos o ser un contrapunto del yo poético.