lunes, 14 de abril de 2014

Francisco de Quevedo



ÉRASE UN HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO

LAS DOS VERSIONES
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase 
el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase 
una alquitara medio viva ,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase 
una nariz sayón y escriba ,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase 
el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
frisón 

archinariz, caratulera 
sabañón garrafal, morado y frito.


NOTAS PARA EL COMENTARIO:

A una nariz es la caricatura poética de una nariz de la que se realzan sus defectos por medio de expresiones hiperbólicas. El soneto, que tiene unaestructura paralelística, es una acumulación de metáforas (A es B) y dilogías (Uso de una palabra con dos significados distintos dentro del mismo enunciado.).
Sayán: falda grande que cae acampanadamente hacia el suelo.Escriba: alusión al mundo judaico. Los escribas eran los intérpretes de la ley de Dios en el judaísmo. La nariz era ancha como el sayán y grande e inclinada como la espalda de alguien que está escribiendo.
Peje: Pez. La nariz era larga como un pez espada, pero con muy grandes aletas (barbas=pelos) en la punta. A su vez, la palabra pejeestá tomada también en este otro sentido: peje=mal sujeto. El verso indica que era una nariz enorme de la que asomaban pelos; pero también era la nariz de una mala persona.
Un reloj de sol porque de su cara salía la nariz como una barra larga (o gnomon) del reloj de sol; pero era un reloj de sol está mal encarado si no le da el sol: el rostro del narigón era, pues, sombrío. Mal encaradosignifica también que tiene mala cara.

Alquitara: alambique. Utensilio con un gran tubo por el que fluye el líquido destilado. Pensativa incide en la imagen del objeto encorvado hacia el suelo.
Un elefante boca arribaEste verso tiene también dos sentidos. Se trata de una nariz monstruosamente grande como un elefante con las patas arriba; pero simultáneamente, el narigudo era como una elefante por encima de la boca.
Ovidio Nasón era un famoso poeta latino de la familia de los Nasones.Naso en latín significa "nariz".
Espolón es la punta en que remata la proa de una nave (DRAE)
Las doce Tribus. Extraordinaria hipérbole, pues da a entender que la nariz equivalía a la suma de las narices de los miembros de las doce tribus de Israel. Popularmente, se atribuye a los judíos la peculiaridad de tener la nariz grande.
En la cara de Anás. Tan grande era la nariz que resultaría ofensiva aun si se pusiera en el rostro de un judío chato. Quevedo juega con la falsa etimología de "A-nas", "sin nariz". A propósito de este dato, hay que recordar que el poeta fue declarado antisemita.
Frisón es, según la RAE, algo "que es grande y corpulento dentro de su género".
Sabañón es una hinchazón o ulceración de la piel. La metáfora sugiere que la nariz está hinchada y roja (morado y frito).



http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/PROPUESTAS_LECTURA/BARROCO/erase.htm




¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!

¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
¡Poco antes, nada; y poco después, humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!

 Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

  Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

 Azadas son la hora y el momento,
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.


Tema: fugacidad de la vida tras la inútil batalla con la muerte.

Estructura interna: este soneto pertenece a los de carácter metafísico del autor español Francisco de Quevedo. Quevedo, símbolo del Barroco en España, estuvo a la cabeza de la corriente conceptista en los primeros años del siglo XVII: esta corriente literaria prefería la profundidad del concepto ante la elaboración estilística típica del culteranismo. Los sonetos de Quevedo, nunca publicados en su vida, se recogieron y publicaron “post-mortem” según un orden de tipo argumentativo: se agruparon en sonetos “amorosos”, “satíricos y burlescos” , y “metafísicos” (en que Quevedo expresaba su visión ante la vida y la muerte).

Podríamos dividir este soneto en dos apartados: en la primera parte, que incluye los dos cuartetos, el autor habla sobre la vida y la muerte como en un conflicto (de hecho utiliza términos típicos de la guerra como vamos a ver después) que ve la vida derrotada; en el segundo apartado, que ocupa los dos tercetos, Quevedo refleja sobre la vida y la muerte sin angustia, como si ya hubiera llegado: el autor
llega “despeñado” a la muerte, y razona a mente lúcida sobre la fugacidad del tiempo (“la hora y el momento son azadas que cavan en mi vivir mi monumento”).

Estructura externa: Si tenemos en cuenta la métrica entendemos que se trata de un soneto (poema compuesto de dos cuartetos y dos tercetos) con versos endecasílabos, de arte mayor, y rima consonante de tipo ABBA – ABBA – CDC – DCD.





Comentario del soneto: el estilo de Quevedo es absolutamente conceptista, o sea pone en primer lugar el concepto que quiere expresar, sin dar mucha importancia a referencias cultas y mitológicas o a un estilo obscuro y de difícil interpretación.
El estilo que desarrolla en las obras amorosas y metafísicas es lírico y grave, con amplio espacio por la hondura del sentimiento y una visión noble, planteada sobre la claridad de su pensamiento.

Pasando a un análisis de las figuras retóricas, se advierte en el primer verso un hipérbaton, que confunde las partes de la frase según la “variatio” de los latinos: “fue sueño ayer; mañana será tierra” es también un quiasmo, ya que “ayer” y “mañana” se combinan simétricamente. Aquí hay tres antítesis: entre “fue” y “será” (de tiempo, entre pasado y futuro); entre “ayer” y “mañana” siempre en esta dirección; entre “sueño” y “tierra”, o sea entre algo metafísico y algo físico. 

En el segundo verso hay una anáfora (“poco”) y un paralelismo en la estructura con antítesis de significado entre “antes” y “después”.

En el cuarto verso se desarrolla la metáfora de la “muerte” como “cerco” alrededor del poeta.

En el verso 5 hay un paralelismo entre “combate” y “guerra”. 

Hasta el verso 7, en lo que se refiere al léxico, se plantean muchos términos de jerga militar, como “cerco”, “combate”, “guerra”, “defensa”, “armas”, que nos transmiten la idea de la metáfora de la “importuna” batalla entre vida y muerte.

En el verso 8, con la frase “menos me hospeda el cuerpo”, se plantea el tópico literario a través del pensamiento de Quevedo que ve el cuerpo como residencia del alma. 

En el verso 9, casi se repite la fórmula utilizada en el verso primero: hay
un paralelismo con antítesis entre “ayer” y “mañana” y el sucesivo “hoy”. 

Hay otra antítesis más, como buen poema barroco que es, que encontramos en el verso 10, entre “es” y “fue”, que juntos forman un polisíndeton: (“y es, y fue”).

En el terceto conclusivo se plantea la alegoría de “la hora y el momento” que son “azadas” que “cavan en mi vivir mi monumento”. La imagen, de significado muy fuerte y profundo, describe la fugacidad de la vida ante la muerte, el pasar inexorable del tiempo: se establece así el tópico del “tempus fugit” del poeta latino Virgilio.

Para concluir con el nivel morfosintáctico, en el verso 12 hay una endíadis entre “hora” y “momento” (ya que las dos palabras indican el mismo concepto). En el verso 13 hay un paralelismo entre “pena” y “cuidado”, y en el último verso, el 14, hay una antítesis entre “vivir” y “monumento”, ya que “monumento” indica un monumento a la muerte.


Conclusión: Quevedo retoma en este soneto el tópico del “tempus fugit”, pero en un contexto típicamente barroco, ya que siguiendo a Virgilio, el pensamiento latino y el Renacimiento que desde aquí parte, la vida es algo que merece ser vivido, ya que la vida es “sueño”, la vida es “nada”, como él mismo dice en
este soneto.


http://dele-it-es.blogspot.com.es/2012/05/fue-sueno-ayer-manana-sera-tierra.html


MADRE, YO AL ORO ME HUMILLO (660)
Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
porque en las venas de Oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero, pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos.
Y pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad
(aunque son sus duelos hartos)
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y su afición;
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues las hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
[¡mirad si es harto sagaz!]
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace proprio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

COMENTARIO

A continuación, un breve análisis personal de la célebre letrilla de Francisco de Quevedo, siguiendo un orden progresivo para captar las connotaciones e insinuaciones que nos quiere transmitir el conceptismo del autor.

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Quevedo hace una deificación o santificación del dinero, al que se tiene que humillar, como si se tratara de un rey o un dios. Supone una humillación social ante lo máximo y omnipotente. Para Quevedo, el hacer dinero “amarillo” se convierte en una enfermedad.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Tras el descubrimiento del nuevo continente y su posterior colonización y explotación, América se convirtió en el principal origen de los metales preciosos. El dinero tiene un origen exterior pero se gasta en España, principalmente en las campañas militares europeas quela Monarquíadirigía contra los turcos, los protestantes y los enemigos de los Habsburgo.

Quevedo nos comenta que viene a morir en España, en el sentido de que realmente los que mueren son los soldados de los Tercios, debido a estos compromisos.
Los Tercios, creados por Gonzalo de Córdoba, “el Gran Capitán”, en la primera mitad del siglo XVI, siguieron siendo en tiempos de Quevedo y hasta Rocroi, el ejército profesional de élite, dominador táctico-militar de los campos de batalla en toda Europa.

Aunque se ha creído que las riquezas de Las Indias se acumulaban en Sevilla, en la simbólica Torre del Oro, lo cierto es que Quevedo lo desmiente al decir que el dinero en realidad dónde se entierra es en Génova.La Monarquíaestaba en deuda con numerosos banqueros genoveses, como los Spínola, los Centurione, los Strata, los Pallavicino, los Pichinotti y los Balbi. Ya desde Carlos I, el Imperio se encontró en permanente endeudamiento con estas familias de banqueros extranjeros.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


En esta estrofa, Quevedo nos indica la importancia del dinero. Quién lo posee, se hace importante e incluso posibilita la limpieza de sangre y una pureza de linaje. Con el juego de palabras “En las venas de Oriente, todas las sangres son reales”, que nos recuerda el lujo asiático, Quevedo piensa que en la sociedad en la que vive, el dinero limpia la sangre de la procedencia conversa mora o judía, que podía resultar muy perjudicial o antisocial para el ascenso en las estructuras de poder dela España de aquella época.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


En esta estrofa Quevedo se refiere al dinero como un elemento mágico. Blanca es lo puro. Sin embargo, en esa España, lo aparentemente o socialmente lleno de pureza tiene un fondo de suciedad. Pero el dinero limpia el honor y purifica la deshonra. Para el autor, el dinero lo puede comprar todo, hasta la virginidad perdida de la mujer.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Aquí para Quevedo, el dinero tiene la función de permitir el ascenso social, pues puede dotar de autoridad a quién no se lo merece, por razón de formación o por status para ello. En Castilla durante la primera mitad del siglo XVII, dos tercios de la población pertenecían a las clases privilegiadas, nobleza y clero. Algunos hidalgos que marcharon a América, regresaron con una autoridad artificial que procedía de la acumulación de riquezas durante su etapa vivida en las colonias.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


La última estrofa la podemos relacionar con un episodio de la vida del propio Quevedo, en su periodo de destierro tras la Conjurade Venecia. Concretamente cuando escribe “(el dinero/poder) al natural destierra”, porque las intrigas y traiciones en Italia hicieron de Quevedo un hombre desengañado, resentido y malicioso frente a la política. A los destinatarios de esta letrilla, sus lectores, Quevedo nos avisa diciendo que el dinero incluso “hace propio al forastero”.

Reflexión

Poderoso caballero es Don Dinero es un poema que nos hace observar la realidad social y política en la época correspondiente al Siglo de Oro, desde una óptica más cercana a cómo lo harían documentos legales o historiográficos. Principalmente porque Quevedo nos quiere transmitir el peligro del orden creado por el dinero, utilizando el género de la poesía con fina ironía y sarcasmo.
Es una letrilla que esconde una sagaz desilusión por el fracaso de sus actividades de espionaje político en Italia al servicio de Don Pedro Téllez Girón, Duque de Osuna.   Y también se muestra crítico y burlesco con el rumbo que tomaba un Imperio en decadencia cuya sociedad, lejos de reaccionar, quedaba atrapada por unos reyes poco competentes y por los fracasos estratégicos de los validos.
Esta letrilla incluye un pensamiento propio y muy crítico, que comparto plenamente porque lo que refleja Quevedo se sigue dando a grandes rasgos en la actualidad.
El hombre se deshumaniza al crear un dios monetario, al que reverencia todo el sistema. El problema se presenta como una tragedia porque sin el dinero, no se es nadie. Sin embargo, el dinero no puede crear lo verdaderamente importante ni la felicidad ni la amistad, valores que no tienen precio. Por el contrario, lo que genera es codicia, avaricia, envidia y deseos de poder, ánimos que Quevedo por desgracia conocía bien por su trayectoria como escritor, por sus experiencias políticas y sus años de cárcel y destierro.

Quevedo fue un intelectual estrechamente relacionado con el poder. Del cual se pudo burlar sarcásticamente en numerosas ocasiones dejando por escrito estos y otros versos, bien porque se lo podía permitir,  o bien por la tolerancia del Rey hacia él por su reconocimiento social.
Sabía que la política giraba en torno a Don Dinero. En otras palabras, conocía perfectamente que el poder político estaba basado en el dinero y que el dinero daba poder.

A mi juicio, el dinero no es sólo la única fuente del poder político. También lo son la fuerza, el saber y el carisma. La fuerza porque puede imponer, castigar y vencer. El saber porque permite conocer y adentrarse en el funcionamiento de las cosas.
De ahí que no haya estado nunca al alcance de cualquiera a través de la historia dela Humanidad. Elque tiene acceso al saber, a la ciencia, tiene por tanto un poder sobre quién no sabe o no puede investigar. Es un factor del poder que una vez dado resulta irrecuperable. También el carisma como fuente de poder, en tanto que se trata de una capacidad que tienen ciertas personas para fascinar, como una gracia, talento o virtud que hace que unos pocos, los líderes, sean seguidos por muchos, a veces de forma incondicional.

El que permite la dinámica entre estos factores es el dinero, como escribe Quevedo, porque “hace todo cuanto quiero”.

Es decir, el dinero es una fuente de poder ya que puede darlo, prometerlo o quitarlo tanto por actos lícitos como ilícitos, y es el más determinante porque no delata su procedencia. El dinero es tan fundamental para el poder porque es capaz de comprar la fuerza y también porque puede hacer posible el acceso al conocimiento o a su ocultamiento.

Por último, el dinero también puede hacerse con el carisma, como fuente de poder. Aunque entiendo que el carisma es algo innato e intransferible, sí se puede obtener una buena imagen pública y mediática, como recuerda Quevedo “a quién le trae al lado, es hermoso, aunque sea fiero”.

La honra simulada o la pureza artificial de “Doña Blanca de Castilla”, pueden funcionar bien en apariencia durante un periodo concreto y limitado en el tiempo. Pero lo que no es auténtico, porque es sucio, termina desvelándose. Por eso los gobernantes suben y caen del poder constantemente, de ahí la periodicidad de los mandatos y la sucesión de los políticos, especialmente en los sistemas democráticos actuales.

En definitiva, nada nuevo bajo el Sol. Con Quevedo y esta letrilla comprendemos mejor la gran ventaja que supone el dinero como herramienta para el poder desde siempre, en su época y en la nuestra, como el principal factor para acceder a la política.

http://tirardelengua.wordpress.com/2011/12/14/madre-yo-al-oro-me-humillo/

Si eres campana ¿dónde está el badajo?




Si eres campana ¿dónde está el badajo?
Si Pirámide andante vete a Egito,
Si Peonza al revés trae sobrescrito,
Si Pan de azúcar en Motril te encajo.
Si Capitel ¿qué haces acá abajo?
Si de disciplinante mal contrito
Eres el cucurucho y el delito,
Llámente los Cipreses arrendajo.
Si eres punzón, ¿por qué el estuche dejas?
Si cubilete saca el testimonio,
Si eres coroza encájate en las viejas.
Si büida visión de San Antonio,
Llámate Doña Embudo con guedejas,
Si mujer da esas faldas al demonio.

***
TEMA
Éste soneto hace alusión a la vestimenta de una dama comparándola con diversos objetos y hechos en tono burlesco.
El autor hace referencia a diversos aspectos de la sociedad de aquel momento en cuanto a la forma de vestir de las mujeres, para hacer una crítica a las falsas apariencias. También recurre a la cultura popular para describir el aspecto físico de la mujer (Si büida visión de San Antonio), en éste caso el de una persona extremadamente delgada.

RECURSOS EXPRESIVOS:
 

El autor hace uso de la metáfora en todo el poema, comparando la forma de vestir de una dama con diferentes objetos a los que se asemeja. Utiliza la anáfora en once de los catorce versos de que se compone el soneto:
Si eres campana, ¿dónde está el badajo?

Si pirámide andante, vete a Egito;


También podemos encontrar la ironía en expresiones como: …pirámide andante…, ya que da a entender lo contrario de la condición de la pirámide (estática).
En la primera estrofa, Quevedo emplea un símbolo como elemento que forma parte de la campana para referirse al miembro viril:
Si eres campana, ¿dónde está el badajo?

Miré los muros de la patria mía


Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.
 
  Salíme al campo: vi que el sol bebía          5
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
 
  Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,             10
mi báculo más corvo y menos fuerte.
 
  Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
 
 
Comentario: 
El tema: pesimismo y desengaño propios del Barroco. 
El  tópico literario de la fugacidad del tiempo:
 - Tempus fugit hace referencia al inexorable paso del tiempo en todo lo
 que hay a su paso.
Se aprecia claramente en la primera estrofa cuando nombra a los muros de su patria
que se han desmoronado.

- Memento mori o el paso del tiempo unido a el recuerdo de la muerte hace
que el narrador tenga muy presente el hecho de que la muerte también le llegará a él como
a todo lo que está notando,como se puede ver en los dos últimos versos. El autor se rinde 
al paso inexorable del tiempo y la irremediable llegada de la muerte, añorando tiempos 
anteriores, un pasado glorioso.
Estructura interna: El poema se compondría de cuatro partes coincidiendo con su marco formal. 
En la primera estrofa el poeta observa desde su casa los muros de su patria, ya viejos y 
desmoronados, en otros tiempos fuertes.
En la segunda estrofa el poeta sale al campo y describe un paisaje donde la luz del día se mezcla 
con las aguas heladas de un arroyo y las sombras de ganados.
En la tercera estrofa  entra de nuevo a casa y describe la desolación interior producida por el paso
del tiempo.
En la última estrofa  hace alusión a la muerte.

En cuanto al análisis formal se podría decir que  el poeta hace uso del léxico sencillo y poco artificioso, cargado de adjetivos calificativos, que facilitan la imaginación del lector y su acercamiento al paisaje y al estado de ánimo.
Dentro de este léxico abundan palabras del campo semántico de la vida y fugacidad del tiempo (tiempo, edad, caduca, anciana, recuerdo, muerte), tema central del soneto. 

La métrica corresponde a la de un soneto compuesto por 14 versos endecasílabos, agrupados en dos cuartetos y dos tercetos, cuya rima sería ABBA ABBA CDE CDE. 

Entre las figuras retóricas cabe destacar que el texto está plagado de metáforas: - "...muros de la patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados", pudiéndose referir al recuerdo melancólico de la gloria en decadencia de España; "...el sol bebía los arroyos del hielo desatados", donde el sol representa los vestigios de vida que aún quedan, y el arroyo el curso de la misma, helado porque carece de ella ; "...quejosos los ganados....con sombras", donde los "ganados quejosos" representan a la humanidad perdida entre "sombras"; " mi báculo". Que representa al propio narrador, ya anciano y débil, al igual que " mi espada", que también le representa.
En cuanto al hipérbaton,  destaca el de los versos 3, 4, 9 y 1.
Como otras figuras retóricas destacables resaltamos la elipsis verbal del verso 2 (si un tiempo eran fuertes....), donde también encontramos una antítesis (fuertes-desmoronados). Al igual que en el verso 8 (sombras-luz).
Cabe destacar también  el encabalgamiento de los versos 5 y 6, y la personificación del verso 8 (“con sombras hurtó.....").
El contenido de esta obra alude al pesimismo y la presencia de la muerte que existía en esa época. El soneto describe la idea de que la muerte es muy difícil de olvidar y por eso el autor intenta explicar, que mirara donde mirara, podía sentir la presencia de la muerte.
La voz poética nos hace  saber que el personaje que nos narra la historia nos pone en situación donde pareciera que se ha muerto mucha gente cercana aa él y por eso nace el pensamiento de la muerte.
También podemos apreciar que a cada cosa que el mira, parece como si la muerte estuviese cada vez más cerca del personaje.

Otros recursos:

Las tres primeras estrofas comienzan por un verbo en pretérito- miré, salíme, entré-, marcando la acción.
La última estrofa también tiene un verbo en pretérito -sentí- en el interior. La mayoría de los verbos en el soneto se refieren a acciones en pasado que proyectan sus consecuencias en el presente y que tendrán influencia en el futuro que se avecina.

http://elcajondelasletrasdeana.blogspot.com.es/2013/06/soneto-de-quevedo-comentado.html







 
Disputas poéticas entre Góngora y Quevedo:

http://blocs.xtec.cat/yelversocaealalma/2012/02/09/poemas-satiricos-y-burlescos-de-gongora-y-quevedo/

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